Actualizado 06/09/2018 12:02

La gastronomía iberoamericana tiene su propia 'Milla de oro' en España

Restaurante mexicano en Madrid
EUROPA PRESS
    

   MADRID, 18 May. (Notimérica)

   En España existe una 'Milla de oro' gastronómica iberoamericana y está en Madrid. Concretamente en el barrio de Tetuán, entre su arteria principal y sus calles aledañas. En un barrio que acogió desde los inicios --a principios de los noventa-- a gran cantidad de los latinos recién llegados, se suceden en cada esquina los restaurantes especializados en comida tradicional de cada uno de los países que se representan en sus calles.

   Es todo lo opuesto a la conocida como 'Milla de oro' de la capital española, situada en el barrio de Salamanca y donde hay tortas entre las mejores firmas nacionales e internacionales por hacerse con un local. En Tetuán no hay glamour ni nada que se le parezca, solo una clase media trabajadora que vive de pequeños negocios de todo tipo en el barrio.

   Entre ellos, decenas de restaurantes que ofrecen comida dominicana, mexicana, paraguaya, peruana, argentina o ecuatoriana. Sus clientes han sido tradicionalmente sus propios compatriotas, pero la cocina latina viene pisando fuerte en España y cada vez es más común ver a locales llenando las mesas de estos establecimientos.

REPÚBLICA DOMINICANA

   De República Dominicana es Vicente Ferrer, aunque nada tiene que ver con el filántropo español, considerado una de las personas más involucradas en la ayuda humanitaria del siglo XX. Este Ferrer presume de tener un número no confesado de hijos con cinco mujeres diferentes. Llegó a España hace quince años y desde entonces se dedicó a comprar locales, rehabilitarlos, ponerlos en funcionamiento y traspasarlos.

   Así estuvo hasta que hace tres meses abrió 'El Mojao', su último local y el único que tiene planes de mantener. En la calle San Raimundo número 6, a la izquierda de Bravo Murillo si esta se enfila dirección a Plaza de Castilla, ofrece "lo mejor de la comida dominicana", según relata a Notimérica. Sobre las dos de la tarde, cuatro mujeres caribeñas se sientan a comer. Hacen su pedido entre la suculenta oferta. Mofongo, mangú, chivo, sancocho, pescado en salsa de coco, plátano frito con chicharrones y una enorme variedad de platos que cada día cocinan él y su socio y que venden por entre cinco y diez euros a clientes de todo tipo. Muchos españoles, cada vez más. "¿Quién se va a comprar un bocadillo cuando por cinco euros puede comer un plato completo?", expresa no sin razón el propietario.

   Los mejores clientes de este dominicano que llegó a España porque su mujer y algunos de sus hijos ya estaban aquí son los abuelos del barrio, que cada fin de semana le reservan dos o tres mesas, por lo que está "muy satisfecho" de comprobar que cada vez son más los españoles que se interesan por la gastronomía de su país.

RESTAURANTE

MÉXICO

   Desde 2010 lleva abierto 'Nano, el mexicano', un restaurante azteca situado en la calle Lérida número 8 que la ecuatoriana Reina Romero abrió cuando llevaba ya nueve años en España. Anteriormente tenía un local de comida española, pero la competencia era demasiado grande y lo tuvo que cerrar. Un "buen amigo", explica, le recomendó que se especializase en un tipo de comida y se decantó por la mexicana.

   "La comida de Ecuador es menos variada y también menos conocida en España", afirma. Por ello comenzó a estudiar esta cocina y finalmente abrió un restaurante al que por lo general acuden españoles jóvenes a cenar. Suele estar tan lleno los fines de semana que la mayoría de las veces se ven obligados a bloquear los pedidos que les hacen los clientes por la página web porque no son capaces de atenderlos todos. Por extraño que parezca, lamenta Reina que, pese a tener en mente expandirse y ampliar el negocio, no pueden hacerlo porque generalmente el personal que trabaja en la cocina es muy irregular.

   En las mesas de todos los comensales es sagrado el guacamole. Después cada uno elige el tipo de tacos que desea, pero los nachos con guacamole no suelen fallar, asegura Karen, su socia y hermana, mientras prepara unos chupitos de tequila. La barra es impresionante, hay decenas de tipos diferentes de esta bebida que la propietaria compra directamente a una empresa importadora de productos mexicanos. Tienen desde botellas de diez euros a otras de cien.

   Reina no sabe si podrá finalmente hacer crecer su negocio, en el que además no quiere mezclar a su marido porque siente que el trabajo le ha dado una independencia y un empoderamiento "imposibles de conseguir en una cultura tan machista como la mexicana".

RESTAURANTE

PERÚ

   En plena hora de las comidas, Héctor está a la puerta del gastrobar 'Enciso', un restaurante peruano en el que no cabe un alfiler. Él es uno de los cinco compatriotas que trabaja en este establecimiento que abrió hace cerca de tres años en plena calle Bravo Murillo, concretamente en el número 164.

   Llegó a España en 2004 y se enamoró del país, según él mismo expresa, aunque con los años más difíciles de la crisis se marchó a Londres. Es consciente de que muchos de los locales cercanos han ido decayendo, pero pese a llevar solo seis meses trabajando en el 'Enciso', habla de él, y de su ceviche, como "uno de los mejores que se pueden comer en Madrid".

   Con la fama que ha adquirido a nivel mundial la comida peruana, que cuenta entre sus fogones con algunos de los chefs más reconocidos del panorama internacional, los negocios de comida han proliferado en la capital española. En concreto en el barrio de Tetuán, que conozca Héctor, hay por lo menos diez. Prueba de ello es que, del cien por cien de los comensales que sientan en sus mesas, tan solo el 35 por ciento son peruanos. El resto, fundamentalmente españoles y latinos de otros países.

RESTAURANTE

PARAGUAY

   Al contrario de lo que ocurre con la gastronomía peruana, la paraguaya es posiblemente una de las grandes desconocidas. Pese a ello, y a saber que supondría un reto importante, el sueño de Mirta Piris de tener un local en Madrid en el que ofrecer y dar a conocer la comida de su tierra se está haciendo realidad con la 'Lomitería Guaraní'.

   Hace apenas dos meses, una amiga le dijo que traspasaba el local porque su marido había encontrado un trabajo en otra ciudad. La misma semana, otra amiga le trasladó su interés por abrir un negocio de comidas. Para Mirta fue una señal y se lanzó a esta piscina en la calle Teruel 9 que espera que en breve se llene de agua.

   Al mediodía todavía se observan algunas mesas vacías en ese local alargado y colorido que anima a los comensales con música folclórica típica de Asunción, la capital del Paraguay. Por el momento quienes acuden allí a comer son fundamentalmente paraguayos, pero según la propietaria, "cada vez más españoles que se han casado con mujeres de Paraguay comienzan a disfrutar de nuestros platos".

RESTAURANTE

   Los de Vicente, Reina, Héctor o Mirta son solo una pequeña representación de la oferta disponible en este céntrico y multicultural barrio de Madrid. Varias decenas de locales han llegado, posiblemente para quedarse, a este vecindario que se moderniza a pasos agigantados y que algunos expertos inmobiliarios consideran que será en los próximos años uno de los barrios de influencia de la capital.