BUENOS AIRES, 18 Oct. (Notimérica) -

   El fatídico acontecimiento que ha conmocionado a Argentina ocurrido el pasado 8 de octubre en la ciudad de Mar del Plata ha buscado cabida en forma de carta personal por parte del hermano de la fallecida, Matías Pérez, quien ha compartido a través de sus redes sociales un escrito en el que advierte que su familia ha sido amenazada de muerte.

   "La verdad, me hubiera gustado poder ilustrar esta carta con alguna foto mía, riendo junto a mi hermana. O con una foto suya, abrazada por mis viejos. Pero no, no podemos, ni siquiera eso podemos, porque mientras intentamos procesar que la mataron y cómo la mataron, estamos obligados a procesar las amenazas de muerte que caen sobre nosotros", indica el joven en el comienzo de la carta.

   Tras definir a Lucía "como el arte, como el rock" y "como el amor a los animales", Matías Pérez añade que "se la llevaron engañada", ya que su madre se encontró el Facebook abierto en su ordenador. Fue a las seis de la tarde (hora local), cuando una amiga de la joven avisó a la familia de esta porque "había sufrido un accidente".

   "Nunca podría haber imaginado lo que me esperaba. Al llegar, la oficial que nos atendió no sabía que decirnos, de modo que permanecimos diez minutos eternos en la oficina del comisario hasta que nos dieron la noticia. Y se nos cayó el mundo", admite el joven, quien pidió reconocer el cuerpo de su familiar "pero se negaron" hasta que finalmente pudo verlo "estaba en una camilla con los ojitos entreabiertos, como acostumbraba a dormir", añade.

   Asimismo, a pesar de que los tres sospechosos de la violación, tortura y asesinato de Lucía Pérez se encuentren detenidos, su hermano pide justicia en este comunicado, advirtiendo que "necesitamos apoyo, sin importar de quién, porque este caso nos compete a todos y no pertenece a ningún sector partidario".

   Para finalizar, Matías Pérez apuesta por la unión del pueblo argentino, clamando que "hay que tomar fuerzas y salir a las calles, para gritar todos juntos, ahora más que nunca: Ni una menos"; concluyendo que "Solo asó evitaremos que maten a miles de Lucías más y solo así podremos cerrar sus ojos, para verla descansar en paz".

   La carta completa de Matías Pérez Montero:

'Y AHORA, NOS AMENAZAN DE MUERTE'

   La verdad, me hubiera gustado poder ilustrar esta carta con alguna foto mía, riendo junto a mi hermana. O con una foto suya, abrazada por mis viejos. Pero no, no podemos, ni siquiera eso podemos, porque mientras intentamos procesar que la mataron y cómo la mataron, estamos obligados a procesar las amenazas de muerte que caen sobre todos nosotros.

   ¿Cómo era Lucía? Como el arte, como el rock, como el amor a los animales. Ahí, en cada estrofa de Viejas Locas, en cada pogo ricotero y en cada abrazo a una mascota abandonada, la van a poder encontrar siempre, sonriendo, mimando a su perro y tirando buena onda para todos lados, por las dudas.

   Vivía tranquila, sin salir mucho de casa, hasta ese maldito sábado, 8 de octubre. Pasaron a buscarla cerca de las 10, cuando papá ya se había ido a su laburo. Y a las 15, cuando mi mamá llegó de trabajar, encontró el Facebook abierto en su computadora, junto al equipo de mate, porque sí, Lucía creía que iba a volver inmediatamente a su casa... Se la llevaron engañada.

   A las 18, una amiga me avisó que debíamos ir a la comisaría, porque mi hermana había sufrido un accidente. Nunca podría haber imaginado lo que me esperaba. Al llegar, con mi mamá, la oficial que nos atendió no sabía qué decirnos, de modo que permanecimos diez eternos minutos en la oficina del comisario, hasta que nos dieron la noticia. Y se nos cayó el mundo. Pedí reconocer el cuerpo, pero se negaron. Me rehusé a irme e insistí incansablemente, hasta que pude verlo: estaba en una camilla, con los ojitos entreabiertos, como acostumbraba a dormir.

   Matías Farías, Juan Pablo Offidani y Alejandro Maciel, los tres sospechosos, hoy están detenidos. Pero no nos alcanza: queremos justicia en serio, que se investiguen todas las causas en las que están involucrados y que cada persona con información pueda ir a la Fiscalía para aportarla. Necesitamos apoyo, sin importar de quién, porque este caso nos compete a todos y no pertenece a ningún sector partidario: se trata de una chica, mi hermana, que murió de una forma horrenda.

   Y debemos ser conscientes, sí, porque esta vez le tocó a Lucía sufrir esa bestial violencia de género, pero la próxima te puede pasar a vos, o a la persona que más amás en el mundo. Hay que tomar fuerzas y salir a las calles, para gritar todos juntos, ahora más que nunca: "Ni una menos".

   Sólo así, evitaremos que maten a miles de Lucías más.

   Y sólo así podremos cerrar sus ojos, para verla descansar en paz.

CRUEL ASESINATO

    La joven argentina Lucía Pérez, de 16 años, fue drogada, violada y torturada en la ciudad costera de Mar del Plata por dos homrbes que se encuentran detenidos: Matías Farías, de 23 años, y Juan Pablo Offidani, de 41.

    Además, se conoce la presencia de un tercer sospechoso, Alejandro Alberto Masiel, quien podría haber participado en el encubrimiento del femicidio acontecido el pasado 8 de octubre.

    Su muerte fue causada por un 'reflejo vagal', tras ser penetrada vaginal y analmente por sus torturadores, quienes también utilizaron un objeto similar a un palo para el procedimiento. La Policía encontro una gran cantidad de preservativos en el lugar de los hechos.

    Tras la autopsia, los forenses desestimaron la idea principal de que su muerte había sido causada por una sobredosis, para asegurar que el fallecimiento se produjo por el empalamiento, cuyas pruebas intentaron borrar los tres acusados al lavar el cuerpo de la víctima.