Actualizado 05/05/2017 13:21

Los homicidios en El Salvador alcanzan su mínimo de los últimos tres años

Mediación ONU entre Gobierno salvadoreño y las pandillas
REUTERS

   SAN SALVADOR, 5 May. (Reuters/Notimérica) -

   Los homicidios en El Salvador disminuyeron un 52,5 por ciento interanual en los cuatro primeros meses de 2017, marcando un mínimo tres años después de 12 meses de descenso, el cual se debería, según el Gobierno, a sus "medidas extraordinarias" de seguridad.

"Entre enero y abril se registraron 1.133 asesinatos frente a los 2.387 del mismo periodo del año anterior", informó el ministro de Seguridad de El Salvador, Mauricio Ramírez. Con 291 homicidios, abril fue el mes menos mortífero en dos años y medio.

   La cifra supone el mejor arranque de año desde 2013, cuando el Gobierno y las pandillas o maras mantenían una tregua cuyo fin disparó los crímenes en el país hasta marcar un récord nacional en 2015, con cifras de muertos no vistas desde los años de la cruenta guerra civil, entre 1980 y 1992.

   Ante la oleada criminal, el Gobierno del izquierdista de Salvador Sánchez Cerén implementó en abril del año pasado una batería de medidas contra las maras, que incluían el despliegue de militares en las calles, más presión a sus estructuras financieras y mayor control de sus líderes en prisión.

   Pese a ello, el país sigue siendo uno de los más violentos del mundo, con una tasa de 81,7 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2016, mientras la amenaza del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de deportar a miles de pandilleros podría ejercer más presión sobre las fuerzas de seguridad.

   En este contexto, el fiscal general, Douglas Meléndez, dijo en otro evento que algunos pandilleros recientemente deportados desde Estados Unidos habían creado 'clicas', pequeños grupos criminales que se integran en las grandes pandillas, y que les había puesto nombres de ciudades estadounidenses.

   Meléndez aseguró que está compartiendo información con sus pares estadounidenses, mientras el Gobierno salvadoreño propuso esta semana crear un registro con las personas deportadas desde Estados Unidos que tengan antecedentes para evitar que ingresen en las maras.

   Las autoridades de Seguridad también informaron de una importante escisión en la Mara Salvatrucha (MS-13) debido a un conflicto entre sus miembros sobre el reparto de los ingresos que obtienen con la extorsión, el narcotráfico y el robo.