Actualizado 05/07/2017 17:59

La hija de la ecologista hondureña asesinada Berta Cáceres sufre un ataque

An activist holds a photos of slain environmental rights activist Berta Caceres
OSWALDO RIVAS / REUTERS

MADRID, 5 Jul. (EUROPA PRESS) -

Bertha Zúñiga, hija de la ecologista hondureña asesinada Berta Cáceres, ha sido atacada cuando regresaba de la comunidad de Cancire junto a otros miembros del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), según ha denunciado la ONG en un comunicado.

El suceso tuvo lugar el sábado por la tarde (hora local) cuando Zúñiga y los miembros de la coordinación general de COPINH Sotero Chavarría y Asunción Martínez, volvían de Cancire. "Fueron atacados por cuatro hombres en dos ocasiones", ha detallado.

"En la primera, tres hombres armados con machetes, apostados al lado de un carro Toyota Tacoma Negro y atravesados en el camino de Cancire a San Antonio, amenazaron a las personas que estaban dentro del carro del COPINH ondeando los machetes en posición de ataque", ha relatado, indicando que burlaron el ataque "gracias a la habilidad del conductor".

"En la segunda ocasión, el mismo carro, solamente con el conductor, dio persecución por el mismo camino al carro de COPINH rebasando de manera peligrosa, queriendo chocar al carro donde se transportaba la coordinadora general del COPINH y arrojarlo al abismo", ha añadido.

El COPINH ha denunciado que "este incidente tiene que ver con las ambiciones de miembros de las comunidades de Lomas de San Antonio y Las Delicias, apoyados por la injerencista agencia gringa de USAID, de quitar una fuente de agua a las comunidades", que ya se han visto afectadas por la represa Hidroeléctrica Zazagua.

"Exigimos que las autoridades investiguen y castiguen estas agresiones", ha dicho la ONG, recordando que "es responsabilidad del Estado de Honduras proteger la integridad física de los miembros de COPINH y tomar todas las medidas necesarias para que la organización realice su labor en la defensa de los derechos de las comunidades lencas".

Además, la organización local ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional para "que esté atenta y exija la protección de los miembros del COPINH a las autoridades hondureñas".

Cáceres fue asesinada el 3 de marzo de 2016 en su casa de La Esperanza, tras pasar años recibiendo amenazas de muerte por su campaña para paralizar la construcción de la presa de Agua Zarca, una infraestructura que, de construirse, destruiría bosques nativos y territorios indígenas.

La activista hondureña, que en 2015 recibió el Premio Goldman, conocido como el 'Nobel Verde', es una más de una larga lista de activistas y defensores de los Derechos Humanos que han perdido la vida en la nación centroamericana a causa de su labor.