Actualizado 25/07/2017 07:44

5 hoteles con historia de Ciudad de México

5 Hoteles Con Historia  De Ciudad De México
NOTIMÉRICA

   CIUDAD DE MÉXICO, 25 Jul. (Notimérica) -

   Cuando escuchamos hablar de México, lo primero que se viene a la mente son los mariachis, el tequila y la comida picante; sin embargo, tiene mucho más que ofrecer al turista que quiere experimentar y dejarse llevar por la magia de este país.

   Seguramente nunca te imaginaste que existen algunos hoteles que guardan muchos datos históricos y culturales, pero descuida que hoy gracias a Notimérica los conocerás.

   1.- Hotel Gilow

   Ubicado a un costado de la iglesia de la Profesa, es uno de los hoteles fundadores de la Asociación de Hoteles de Ciudad de México, fue anexo de dicha iglesia y se la denominaba como la casa de los ejercicios espirituales.

El nombre de Gillow proviene de su fundador don Tomás Gillow, quien fue originario de LiverpooI y había ido a México en 1819 para abrir una sucursal de la joyería Rosquel, que se estableció en la calle de la Profesa.

   Don Tomás compró la casa de ejercicios espirituales, la cual fue adaptada por el arquitecto Ramón Rodríguez Arangoiti en el año 1869 para fundar el Hotel Gillow.

   Con el paso de los años el Hotel Gillow tuvo otro dueño y otra remodelación. En este caso fue Tirso Sáenz quien realizó importantes reformas para darle el confort, lujo y servicio de un hotel de primera clase. El domingo 11 de septiembre de 1904 se reinauguró con gran solemnidad con la asistencia del presidente Porfirio Díaz y del ministro de Justicia e Instrucción, Justino Fernández.

   Con el paso de los años vuelve a tener otra transformación alrededor de los años 30. En este período se aumentaron tres pisos a la estructura original quedando en los seis pisos que se mantienen hasta el día de hoy.

   2.- Hotel Majestic

   En la esquina norte del Zócalo está el Hotel Majestic, uno de los más famosos de la ciudad. Su vestíbulo estilo colonial está decorado con mosaicos azul y blanco y al fondo conserva, al parecer, la construcción original, una delicada fuente de cantera.

   Para subir a la terraza hay que tomar uno de los primeros diez elevadores que se instalaron en la ciudad. En el corredor, una decena de fotos antiguas evidencian las transformaciones del Zócalo a lo largo del siglo XX.

   La historia del edificio se remonta cuatro siglos atrás. Después de la caída de México-Tenochtitlan, Hernán Cortés distribuyó los solares de la Plaza Mayor entre sus capitanes. Los terrenos que ocupa el Majestic se entregaron a Rodrigo de Albornoz, Contador Real de la Nueva España.

   Se construyó con solo dos pisos y se ignora qué usos tuvo el edificio durante el siglo XIX cuándo fueron añadidos los otros tres pisos.

   En 1925, la residencia fue intervenida por el arquitecto Rafael Goyeneche, quien rescató su belleza arquitectónica original, convirtiéndola en lo que es en la actualidad.

   El Majestic abrió sus puertas en junio de 1937 con 50 habitaciones. La famosa terraza que mira al Zócalo se abrió 18 años después.

   Además de servir como locación para películas y telenovelas, este hotel ha recibido en años recientes visitas de personalidades.

   3.- Holiday Inn

   Situado en uno de los terrenos más ricos en historia, el viejo edificio del hotel Holiday Inn en Zócalo se caracteriza por su fachada de tezontle y cantera.

   El terreno que hoy forma la esquina Cinco de Mayo y Monte de Piedad fue parte de las casas de Moctezuma y luego fue domicilio de Hernán Cortés. En la colonia fue la primera casa de gobierno, residencia del virrey y casa de armas.

   En los años veinte del siglo pasado la fachada se decoró con cantera y tezontle; en los cuarenta se le añadieron dos pisos, con lo que sumó seis.

   Tras los sismos de 1985, el edificio quedó abandonado. Diez años después, una familia hotelera lo compró junto con el inmueble que está sobre la avenida Cinco de Mayo y ambos fueron adaptados para el servicio de hotelería. Por este motivo tiene dos fachadas, pero por dentro es un solo edificio.

   Abrió en 1998 como Holiday Inn y la terraza-restaurante Balcón del Zócalo es el punto más intenso del hotel.

   4.- Boutique Hotel de Cortés

   El hoy Boutique Hotel de Cortés, ubicado en la esquina de avenida Hidalgo y Reforma, puede ser considerado el primer hotel de América. Albergó, al parecer desde 1620, a viajeros y misioneros que en camino de España a las Filipinas descansaban en Ciudad de México, antes de embarcarse en Acapulco.

   En 1780, el edificio fue modificado por los agustinos y adquirió su planta actual; se reconstruyó en homenaje a Santo Tomas de Villa Nueva.

   La fachada, característica del barroco mexicano, está revestida de tezontle y decorada con elementos de cantera clara. El principal ornamento, sobre la puerta de entrada, es un nicho labrado con la imagen de Santo Tomás.

   En el siglo XX pasó a ser el Hotel de Cortés y formó parte, junto con los desaparecidos Regis y del Prado, del circuito de hoteles y centros nocturnos que floreció alrededor de la Alameda en los cincuenta.

   Durante 2008 cerró sus puertas para ser remodelado por el arquitecto catalán Miquel Adrià y reabrir como Boutique Hotel de Cortés, con 28 habitaciones y categoría cinco estrellas.

   Una de las aportaciones más relevantes de la remodelación es la de disfrutar de una hermosa vista desde el lounge bar El Cielo, ubicado sobre el segundo nivel; justo enfrente está la Alameda Central y al oeste el templo de San Hipólito.

   5.- Hotel Ritz

   La calle de Madero había visto ya pasar a la sociedad porfiriana y a las fuerzas revolucionarias cuando un terrateniente de Jalisco, Enrique Corcuera, ante la inminencia de una reforma agraria, decidió reestructurar sus propiedades e invertir en Ciudad de México.

   Durante una estancia en París, su apoderado compró un terreno en lo que hoy es el número 30 de Madero para construir un hotel e inició los trabajos necesarios. Corcuera regresó a México y a pesar que no sabía de hotelería decidió aprender y fundar un hotel cómodo y lujoso.

   Se levantó el edificio, de estilo ecléctico, y se adoptó la marca Ritz, bastante conocida en Europa. Fue uno de los primeros hoteles con un baño en cada habitación.

   Inaugurado en 1930, el Ritz tuvo tal éxito que se permitía elegir a sus huéspedes. Entre los frecuentes estaban el historiador Hugh Thomas, el actor Errol Flyn y el pintor José Clemente Orozco.

   Tomarse una copa en el bar Los Candiles, al inicio de la aventura nocturna, llegó a ser un ritual en esa época.

Operó primero como negocio familiar, luego pasó por varias compañías y desde 2002 es propiedad de la europea Golden Tulip; el hotel tiene hoy 117 habitaciones.