RÍO DE JANEIRO, 17 Abr. (Notimérica) -
Indonesia ejecutará a finales de este mes a nueve extranjeros condenados por tráfico de drogas, entre ellos al brasileño Rodrigo Gularte, haciendo oídos sordos a las peticiones del Gobierno brasileño, que pide el indulto desde hace meses, así como hizo con Marco Archer, que ya fue ejecutado.
Así lo ha anunciado este viernes el Gobierno indonesio, que esperará a que pase la conferencia Asia-África que el país acogerá el próximo 23 de abril. Junto a Gularte serán condenados a muerte dos australianos, tres nigerianos, un filipino, un francés y un ghanés.
Gularte fue condenado a muerte en 2005 por intentar entrar en el país con cinco kilos de cocaína escondidos en varias tablas surf. Su familia alegó que padecía esquizofrenia en un intento de que le fuera perdonada la condena, ya que la legislación del país no permite ejecutar a un preso que no esté en plenas facultades mentales, pero la petición de clemencia parece no haber surtido efecto.
Tampoco ha servido la presión del Gobierno brasileño, que ya intentó evitar la muerte de Marcho Archer, ejecutado en enero, también por tráfico de drogas. El caso provocó un conflicto diplomático con Indonesia; la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, aseguró que las relaciones entre ambos países se verían afectadas y se negó a recibir las credenciales del embajador. Desde Yakarta, sin embargo, se ven las peticiones de Brasil como una injerencia en sus asuntos internos.
Se da la paradoja, sin embargo, de que el Gobierno de Indonesia ha protestado y ha llamado a consultas a su embajador en Arabia Saudí por la ejecución esta semana de dos mujeres indonesias en el país árabe, dos empleadas domésticas acusadas de asesinato.