MADRID, 21 Feb. (Notimérica) -
Según la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), más de la mitad de los habitantes de América Latina y el Caribe sufre sobrepeso, mientras casi un cuarto tiene obesidad. Las razones de ello son, principalmente, los malos hábitos alimenticios y la inadecuada nutrición de la sociedad.
Las altas cifras ascienden a un 58% --unos 360 millones-- de latinoamericanos y caribeños con sobrepeso y un 23% --140 millones-- con obesidad, tal y como se muestra en el informe 'Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional' publicado por la FAO y la OPS a principios del año 2017.
Entre las naciones que conforman la región, las más afectadas por la obesidad y el sobrepeso son las Bahamas (69%), México (64%) y Chile (63%), mientras que Haití (38,5%), Paraguay (48,5%) y Nicaragua (49,4%) serían los países con menores índices.
POBREZA Y OBESIDAD
Si bien en las últimas décadas se ha observado en América Latina una mejora en las deficiencias nutricionales de la población, paralelamente se ha desarrollado un rápido incremento de las tasas de sobrepeso y obesidad, los cuales han afectado a toda la población. Los altos niveles de masa corporal de los latinoamericanos están relacionados, por ende, con varios factores.
El crecimiento económico y la integración de América Latina y el Caribe en los mercados internacionales han ocasionado cambios en los patrones de alimentación, incrementando el consumo de alimentos procesados y con alto nivel hipercalórico frente a las preparaciones basadas en productos frescos.
Esto, además, está relacionado con otras causas. Los hábitos que demanda la vida cotidiana urbana, cada vez más masificada; el constante crecimiento demográfico; las preferencias culturales de la población, cada vez más globalizadas; la capacidad de compra de los hogares latinoamericanos y caribeños, o las tasas de pobreza, son los principales motivos que han hecho crecer el número de personas con problemas de peso.
Las tasas de pobreza y desigualdad de la región suponen un impedimento para el acceso de gran parte de la sociedad a alimentos de buena calidad y frescos, los caules son más caros que los productos procesados.
Por ello, desde la FAO consideran que los resultados deben servir como un "llamado de atención" a los gobiernos latinoamericanos y caribeños para desarrollar de políticas de seguridad alimentaria que aserveren un adecuado acceso a la buena alimentación.