BUENOS AIRES, 25 Ene. (Reuters/Notimérica) -
"Me voy porque mi vida corre peligro. Mis teléfonos están pinchadísimos (muy intervenidos)". Con estas palabras, Damian Pachter, periodista del diario Buenos Aires Herald, que fue el primer reportero que informó sobre la muerte del fiscal Alberto Nisman, anunciaba su intención de dejar Argentina por temor a ser asesinado.
Pachter fue el primero en advertir por twitter, pasadas las 11 de la noche del domingo, 18 de enero, de que había un incidente en el departamento del fiscal Alberto Nisman, que días antes había acusado públicamente a la presidenta Cristina Fernández de encubrir a los responsables del trágico atentado contra la sede de la AMIA, ocurrido 20 años atrás.
"Desde que empezó todo esto, una fuente cercana, confiable desde hace años y que sabe moverse en el mundo de la inteligencia, me venía tirando indirecta", explica. "No se desde cuando es que me empeazaron a seguir. No voy a contar nada todavía, pero si puedo decir que recibí un mensaje del Estado que yo lo entendí como un mensaje hacia mi, luego lo chequeé y efectivamente fue así", dijo Pachter al sitio web de Infobae (www.infobae.com).
"Voy a volver al país cuando mis fuentes me digan que las condiciones cambiaron. No creo que sea durante este gobierno", señala el periodista mientras se dirige a tomar un avión cuyo destino él solo conoce. En ese momento sentencia: "No creo que se resuelva la muerte de Nisman. El poder se cubre a sí mismo".
PARECE DESCARTARSE EL SUICIDIO
El cuerpo del fiscal Alberto Nisman, que había acusado a la presidenta y al canciller argentino de encubrir a los iraníes imputados por el atentado que dejó 85 muertos en Buenos Aires, fue encontrado con un disparo en la cabeza en el baño de su departamento en el lujoso barrio de Puerto Madero, en la capital argentina.
Si bien en un principio se pensó en un suicidio, las autoridades y los investigadores plantearon dudas sobre el caso y no descartan que se haya tratado de un asesinato.
El funcionario judicial debía presentar el lunes pasado ante diputados pruebas de su acusación contra la mandataria y el canciller. Funcionarios del Gobierno habían desestimado la denuncia de Nisman, a la que calificaron como "ridícula".
El Gobierno sospecha que la muerte de Nisman pudo estar instigada por agentes de inteligencia desplazados recientemente.