Publicado 27/09/2016 14:02

La mitad de los bosques de Nicaragua han sido destruidos

Deforestación
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   MANAGUA, 27 Sep. (Notimérica) -

   La mitad de los bosques en Nicaragua han sido destruidos, de acuerdo con los datos proporcionados en un informe por la Estrategia Forestal de Deforestación Evitada que cifran la cobertura en 2.200.939 hectáreas, según la última cifra registrada en el 2011.

   En 1980 se registraron 7.225.300 hectáreas de bosque, y se han ido perdiendo hectáreas con el transcurso de los años, lo que afecta directamente las reservas de aguas nacionales.

   El oficial de industrias extractivas del Centro Humboldt, Jurguen Antonio Guevara, indicó que "sabemos que el bosque está relacionado con la parte de agua. No podemos desvincular el recurso bosque del recurso agua. Al desaparecer los bosques, principalmente de las zonas de las cuencas hídricas, las zonas de recarga hídrica se ven afectadas. Eso altera los ciclos del agua subterránea como superficial y afecta la parte de los ríos, por ende la fuente de disponibilidad de agua para las comunidades", según explicó en una entrevista al 'Confidencial'.

   Además, Guevara relató que la pérdida de bosque también afecta a la fauna silvestre y todos sus ecosistemas, sobretodo en los mamíferos medianos y grandes.

   "De continuar el ritmo de depredación actual, según datos que hemos corroborado de otras instancias gubernamentales de diez a 15 años es lo que se podría esperar para no tener bosques del todo. Incluso algunas estimaciones más alarmantes hablan de que son de siete a ocho años los que nos quedan de incrementarse el ritmo actual", concluyó Guevara.

   A pesar de este problema, y todas las consecuencias que podría tener, por el momento el Gobierno se mantiene en silencio.

   Asimismo, medios nacionales han intentado ponerse en contacto con el Ministerio de Ambientes y Recursos Naturales (Marena) y el Ejército Nacional para realizar una entrevista y así explicar el papel que tienen frente a la conservación de la Reserva Biológica Indio Maíz, en el sur de Nicaragua.

   Del mismo modo, el presidente de la Federación de Asociaciones Ganaderas de Nicaragua (Faganic), Álvaro Vargas, dijo que desconocía quiénes eran los ganaderos que estaban entrando a la Reserva Biológica Indio Maíz, a deforestar para dar paso a la ganadería extensiva.

   "No nos estamos justificando, pero no somos los únicos culpables. La ganadería, si bien es cierto, está presionando las áreas protegidas, pero se hace siempre bajo el control de las autoridades. Nosotros en Faganic estamos en contra de que la ganadería esté avanzando hacia las áreas protegidas por eso hemos buscado financiamiento para este proyecto, en las instancias internacionales, para hacer una ganadería sostenible, pero eso también es responsabilidad del sistema financiero del Gobierno", indicó Vargas.