Actualizado 21/04/2015 20:04

Muere María Marie, la argentina que contó su lucha contra el cáncer por Twitter

Muere María Marie, la argentina que contó su lucha contra el cáncer por Twitter
Foto: TWITTER
 

BUENOS AIRES, 21 Abr. (Notimérica) -

   La argentina María Marie ha fallecido en la mañana de este miércoles a sus 43 años a causa de un cáncer de ovarios contra el que llevaba luchando desde hacía siete meses, tiempo durante el cual ella misma había compartido su día a día a través de Twitter y otras redes sociales como Instagram y se había hecho famosa.

   Estaba en tratamiento debido a un cáncer de ovarios con metástasis, pero mantuvo la ironía y la entereza hasta el último momento. Hace casi 20 días la argentina había compartido en su muro de Twitter que su estado de salud había empeorado a través de varios tuits: "Acá estoy, internada hace dos días. Las cosas tomaron un rumbo hacia lo peor y no hay mucho más que hacer salvo esperar. Cuestión de días".


   "Gracias pero no sé si fui clara, estoy internada, con cero chances de retomar la quimio y pocas de salir de acá viva. No voy a guglear nada". Se consideraba atea, y no aprobaba las menciones que, ante su historia y circunstancias, trataban de encontrarle un refugio en Dios o el más allá. "Buenas noches, alguna gente tiene un crucifijo colgado arriba de la cama, yo tengo un suero".



   Debido a la gravedad de su estado, su marido Sebastián se encargó de escribir sus últimos tuits y calmar a los numerosos seguidores al mismo tiempo que les agradecía su apoyo incondicional.

   "Amigos, ya falta menos. Sebastián". "Para los que se preguntan si Marie sufre: su cuerpo está acá, su cabeza más allá", "En su ley, con una sonrisa y el puño apretado, Marie acaba de morir", fueron algunos de los últimos tuits de Sebastián informando sobre el estado de su mujer.


   Entre sus numerosos tuits se podía entrever a una mujer joven, amante de las plantas y la naturaleza, de su esposo Sebastián y de su hijo pequeño de tres años, cuya visita era "el mejor momento de cada día".

maria marie

   Tenía mucha fortaleza propia y se ayudaba de la ironía muchas veces: "Buenas noches. Dediqué el día a vomitar bilis y sangre. No quiero oír una queja".

   Asimismo, otro de sus mayores apoyos eran sus amigas incondicionales que le alegraban el día con unas flores u otros regalos y su propia visita si les era posible.

   Ingresada en una sala del Sanatorio de la Providencia, comenzó a relatar su historia mientras recibía cuidados paliativos. A pesar de las circunstancias, los rescates de morfina y las dietas líquidas, la argentina aseguró en alguna ocasión que en dicho centro "la trataban como a una reina".

'EL SHOW DE KIMMY OH'

   Teniendo en cuenta su diagnóstico, además de contar su vida por Twitter, Marie comenzó a escribir un libro donde también quería "que su hijo la conociera si las cosas salían mal".

   "Todo se siente más potente cuando te vas a morir", decía la argentina, que consciente de que su muerte estaba cerca, no perdió el humor en casi ningún momento.

   "Todo es una mierda y yo me voy a morir. Algún día. Capaz mañana me pisa un auto y no llego a contarla en Twitter. Sería una pena, tengo varios chistes buenos guardados".

   En sus propias palabras es aún más interesante: "En el show la quimioterapia se transformó en Kimmy Oh, una estrella del K-Pop que busca trepar posiciones en el escala social. Cruel y despiadada pero decidida a triunfar cueste lo que cueste. En el show cuento detalles de cómo es tratar el cáncer. Tip: no es como en esa película malísima con Charlize Theron. No hay Iluminación, hay constipación. Las partes más escatológicas las reservo para los mails del núcleo duro de amigas, pero sepan que no miro el amanecer envuelta en una manta; de hecho casi no me pude parar los primeros treinta (¿sesenta?) días. Se la pasa sinceramente mal. En mi caso, la vida está regida por ciclos de 21 días, la distancia entre cada Kimmy".

   Finalmente no fue posible, pero su intención era superar la enfermedad y aferrarse al 40 por ciento de posibilidades que tenía de responder a la quimioterapia e incluso "tirar de la barcaza del Titanic a seis personas para salvarse", por su hijo, por su marido y por lo mucho que le quedaba por vivir.