Actualizado 04/12/2014 19:31

Muestras de Philae contienen compuestos complejos de carbono

Imagenes obtenidas por Philae del cometa Gerasimenko
ESA

LONDRES, 27 Nov. (Notimex/Notimérica) -

Las muestras recogidas por la sonda Philae, que aterrizó sobre la superficie del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko hace dos semanas, contienen compuestos complejos de carbono (orgánicos), según los resultados de los análisis.

El profesor Ian Wright, uno de los investigadores principales de la misión, afirmó que los datos analizados y enviados por Philae muestran señales de carbono, lo que apoya la tesis de que los cometas habrían sido clave en el origen de la vida en la Tierra.

Los resultados son de Ptolomeo, laboratorio miniaturizado a bordo de la sonda, que lograron ser transmitidos al Centro de Operaciones Espaciales de la Agencia Espacial Europea (ESA) en la localidad alemana de Darmstadt, antes de que Philae se quedara sin batería.

"Podemos decir con absoluta certeza que vimos grandes señales de lo que son básicamente compuestos orgánicos", sostuvo Wright, quien indicó sin embargo que "no es sencillo, no es como si fuesen dos compuestos y ya, es evidente que muchas cosas están allí".

El experto explicó que a veces un solo compuesto complicado puede dar "un montón de picos", en referencia al gráfico producido por Ptolomeo de las diferentes moléculas que ha detectado, datos que coinciden con las observaciones iniciales de un instrumento similar también de Philae.

Wright declaró a la cadena pública de noticias BBC que Ptolomeo reunió una enorme cantidad de datos científicos, la mayor parte recogidos sobre la marcha y posteriormente cuando Philae perforó la superficie con un taladro integrado.

Los primeros datos indican que la composición de los gases cambió cuando la nave se acercaba al cometa, por lo que el aterrizaje de salto que tuvo la sonda convino para el experimento. Entre las capacidades de Ptolomeo estaba analizar gases y partículas alrededor de ella y así fue programado para "oler" su entorno poco después del aterrizaje.

Las imágenes muestran que en su primer contacto con la superficie creó una nube de polvo visible desde el espacio, proporcionando a Ptolomeo "un festín" de datos; sin embargo, el lugar donde se posó fue a la sombra de un acantilado, lo que lo impidió recargar su baterías solares.

De esa manera, el equipo de Ptolomeo tuvo pocas horas para repensar su programa científico y efectuar un conjunto mucho más reducido de experimentos con las rocas obtenidas en la perforación.

El minilaboratorio analizó las muestras de polvo y gases y sus resultados revelaron una indicación de carbono y nitrógeno, lo cual podría ayudar a reconstruir lo que sucedió en los primeros años del Sistema Solar cuando los planetas se estaban formando.

Aunque no se logró completar la misión, Wright se mostró satisfecho con los resultados obtenidos y porque hay una posibilidad de que podría hacer más en un futuro, ya que el cometa podría cambiar de posición respecto al Sol y Philae recargaría sus baterías.

UN LARGO VIAJE

El robot sonda Philae llegó el pasado 12 de noviembre al cometa, ubicado entonces a 509 millones de kilómetros de la Tierra, tras un descenso de siete horas desde Rosetta, en el primer arribo de una nave hecha por el hombre a un cuerpo espacial de este tipo.

La sonda fue transportada hasta su destino por la nave Rosetta, en un viaje de una década de duración. La travesía para llegar al cometa no fue directa, ya que desde su lanzamiento en 2004, Rosetta sobrevoló la Tierra tres veces y una Marte para ajustar su órbita con la ayuda de la gravedad de estos planetas.

Esta compleja trayectoria también hizo posible que Rosetta visitara los asteroides Steins y Lutetia, de los que obtuvo imágenes y datos científicos sin precedentes.