SANTIAGO, 28 Mar. (Reuters/Notimérica) -
La naturaleza ha castigado con dureza a Chile en el último año en el que el país ha sufrido terremotos, incendios, o erupciones volcánicas, mientras ahora padece las peores lluvias en ocho décadas que han dejado de momento un balance de diez muertos.
A continuación los principales problemas que Chile ha enfrentado en los últimos doce meses:
--En abril del 2014, un terremoto de magnitud 8,2 sacudió el extremo norte del país, lo que fue seguido por un tsunami de mediana envergadura. Seis personas murieron. Además, unas 12.000 personas se vieron afectadas y unas 2.500 a 3.000 viviendas sufrieron daños.
Dos semanas después, la ciudad de Valparaíso --en el centro del país-- enfrentó un voraz incendio que se extendió por tres días. El siniestro dejó unos 15 muertos y destruyó más de 2.000 viviendas en la ciudad portuaria patrimonio de la humanidad. El incendió también arrasó con centenares de hectáreas.
La sequía golpea el sur del país en el verano austral del 2015. Miles de hectáreas sufren la falta de lluvias, lo que golpea a la agricultura y ganadería. El gobierno de la presidenta Michelle Bachelet lanzó un plan nacional para enfrentar esta situación que en otras zonas del país se extiende por hasta ocho años.
El volcán Villarrica, en el sur del país, entró en erupción a principios de marzo tras 15 años de inactividad, lo que obligó a establecer un plan de evacuación preventiva de la población más cercana al macizo debido a posibles aluviones.
En marzo de este año, autoridades declaran zona de catástrofe tres áreas en el sur del país azotadas por incendios forestales en medio de una prolongada sequía, mientras que brigadistas de Argentina, Uruguay y Brasil ayudan a combatir los siniestros. Más de 6.000 hectáreas son consumidas por los incendios.
Otro voraz incendio afecta los cerros y bosques cercanos al puerto de Valparaíso, dejando un muerto y más de 30 heridos.
Y esta semana, las peores lluvias en 80 años azotan en el desértico norte del país, dejando al menos diez muertos, una veintena de personas desaparecidas y miles de personas aisladas tras el desborde de ríos y múltiples aluviones en valles, quebradas y pueblos costeros, con pérdidas aún no cuantificadas por las autoridades.