Publicado 17/10/2017 12:28

La naturaleza, clave para reducir el 37% las emisiones de CO2

NATURALEZA
PIXABAY

   MADRID, 17 Oct. (EUROPA PRESS) -

   Una mejor gestión de la tierra podría tener un papel más importante en la lucha contra el cambio climático de lo que se pensaba anteriormente. Es la conclusión de una evaluación exhaustiva sobre cómo las emisiones de gases de efecto invernadero pueden reducirse y almacenarse en bosques, tierras de cultivo, pastizales y humedales utilizando soluciones climáticas naturales.

   El estudio revisado por pares, dirigido por científicos de 'The Nature Conservancy' y otras 15 instituciones, publicado este lunes en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences,' amplió y refinó el alcance de soluciones climáticas basadas en la tierra previamente evaluadas por el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) de Naciones Unidas.

   Se espera que los hallazgos fomenten los esfuerzos para garantizar que se logren las prácticas de protección, restauración y mejora de la gestión de la tierra a gran escala necesarias para estabilizar el cambio climático al tiempo que se satisface la demanda de alimentos y fibra de la tierra a nivel global.

   Teniendo en cuenta las limitaciones de los costes, los investigadores calcularon que las soluciones climáticas naturales podrían reducir las emisiones en 11.300 millones de toneladas por año para 2030, lo que equivale a detener la quema de petróleo y el 37 por ciento de las reducciones de emisiones necesarias para mantener el calentamiento global por debajo de 2 grados centígrados para 2030.

   Sin restricciones de costes, las soluciones climáticas naturales podrían generar reducciones de emisiones de 23.800 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente por año, cerca de un tercio (30 por ciento) más que las estimaciones anteriores.

LA GESTIÓN DE LA TIERRA, EL 37% DE LA SOLUCIÓN AL CAMBIO CLIMÁTICO

   El consejero delegado de 'The Nature Conservancy', Mark Tercek, afirma que en la actualidad, los impactos en la tierra causan un cuarto de las emisiones de gases de efecto invernadero.

   "La forma en que gestionamos las tierras en el futuro podría brindar el 37 por ciento de la solución al cambio climático --explica--. Si tomamos en serio el cambio climático, tendremos que tomar en serio la inversión en la naturaleza, así como en la energía limpia y el transporte limpio. Vamos a tener que aumentar la producción de alimentos y madera para satisfacer la demanda de un crecimiento de población, pero sabemos que debemos hacerlo de una manera que aborde el cambio climático".

   La coordinadora de la Misión 2020, Christiana Figueres, y exjefa de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC, por sus siglas en inglés), añade que el uso de la tierra es un sector "clave" en el que se puede reducir las emisiones y absorber carbono de la atmósfera. "Este nuevo estudio nos muestra cómo podemos aumentar de manera masiva las acciones sobre el uso de la tierra, junto con una mayor acción en materia de energía, transporte, finanzas, industria e infraestructura, para poner las emisiones en su trayectoria descendente en 2020", agrega.

   A su juicio, las soluciones climáticas naturales son "vitales" para garantizar que se alcance el objetivo final de descarbonización completa, y pueden al mismo tiempo impulsar puestos de trabajo y proteger a las comunidades en los países desarrollados y en desarrollo.

MÁS ÁRBOLES, UNA GRAN AYUDA DE LA NATURALEZA AL CAMBIO CLIMÁTICO

   Según la FAO, 3.900 millones de hectáreas o el 30,6 por ciento del área total de la tierra son bosques. Los científicos encontraron que los árboles tienen el mayor potencial para reducir de manera rentable las emisiones de carbono debido a que absorben el dióxido de carbono a medida que crecen, eliminándolo de la atmósfera.

   Los resultados del estudio indican que las tres opciones más grandes para aumentar el número y el tamaño de los árboles (reforestación, evitar la pérdida de bosques y mejores prácticas forestales) podrían eliminar de manera rentable 7.000 millones de toneladas de dióxido de carbono anualmente para 2030, lo que equivale a eliminar 1.500 millones de automóviles que queman gasolina en las carreteras.

   Restaurar los bosques en tierras anteriormente boscosas y evitar la pérdida adicional de bosques globales son las dos oportunidades más grandes. El éxito depende en gran parte de mejores prácticas forestales y agrícolas, particularmente aquellas que reducen la cantidad de tierra utilizada por el ganado. Disminuir la huella del ganado liberaría vastas áreas en todo el mundo para árboles y se puede lograr al mismo tiempo que se protege la seguridad alimentaria.

   Mientras tanto, mejorar las prácticas forestales en los bosques existentes y expandiéndolas pueden producir más fibra de madera al almacenar más carbono, mantener la biodiversidad y ayudar a limpiar el aire y el agua. Los investigadores encontraron que los cinco principales países donde los bosques podrían reducir más las emisiones son Brasil, Indonesia, China, Rusia e India.

   Según la FAO, las tierras agrícolas cubren un 11 por ciento de la superficie del mundo, y cambiar la forma en que las cultivamos podría proporcionar de manera rentable el 22 por ciento de las reducciones de emisiones según el estudio, lo que equivale a retirar de la carretera 522 millones de automóviles de gasolina.

   Por ejemplo, una aplicación más inteligente de fertilizantes químicos (Cropland Nutrient Management) mejoró los rendimientos de las cosechas al tiempo que redujo las emisiones de óxido nitroso, un gas de efecto invernadero 300 veces más potente que el dióxido de carbono. Otras intervenciones efectivas incluyen la plantación de árboles entre las tierras de cultivo y una mejor gestión.