Actualizado 16/09/2015 13:38

Pablo Arribas: "Una persona sabia es aquella que sabe amar. Punto"

   Madrid, 15 (Notimérica)

  Pablo Arribas es el autor de El universo de lo sencillo, el blog de desarrollo personal más leído el último año. Su trabajo, su optimismo y sus ganas de transmitírselo al mundo le han llevado a firmar un contrato con Penguin Random House, el grupo editorial más importante en habla hispana gracias al que verá realizado su sueño a mediados del año que viene, cuando se publique su primer libro.

   ¿Quién es Pablo Arribas y qué es El universo de lo sencillo?

   Leía el otro día un libro de Susan Cain en el que hablaba del concepto de "ambiversión" (ambiverts) para definir a aquellas personas que tienen tantas cualidades de personas introvertidas como de extrovertidas. Me gustó y me sentí identificado. Pablo Arribas es un joven de 29 años que le gusta tanto salir, conocer gente y reír como ausentarse, desconectar y disfrutar de su espacio. Soñador, curioso, cabezota, apasionado con lo que me gusta y perezoso con lo que no. Fruto de alguna de estas características nació El universo de lo sencillo, un proyecto de divulgación de desarrollo personal centralizado en una web en formato blog que tiene como objetivo inspirar y hacer una llamada a la reflexión desde el optimismo, la ilusión y la motivación.

   ¿Cómo ha sido la acogida del blog por parte de los lectores? ¿Cuál es la progresión?

   Si cuando en enero de 2014 inauguré la web me dicen que a día de hoy sería el blog de desarrollo personal más visto de España en lo que va de año, no lo creería. Todo empezó en marzo de este año, cuando publiqué el artículo Sal con un valiente, el cual ha recibido ya más de 1.800.000 visitas. Esta enorme viralización sirvió de escaparate para los artículos anteriores y los que vendrían después. Desde entonces, todo han sido alegrías: a los millones de visitas le han seguido propuestas de trabajos, entrevistas, radio y que grandes editoriales se interesen por mi trabajo. Sin duda, estoy ante el sueño de mi vida hecho realidad tras firmar recientemente con Penguin Random House. No encuentro palabras para describir todo lo que está pasando, solo agradecimiento a todos lo que lo han hecho posible.

   ¿Cuándo decides que los grandes hombres no visten de traje?

   El mismo día que descubro la capacidad del ser humano para inventarse la vida. Estamos acostumbrados a elegir entre lo existente en lugar de hacerlo entre lo imaginable. A mí, como a tantos de nosotros, me dijeron que tenía que elegir entre ser periodista, arquitecto, profesor, abogado, etc. Nadie me dijo que podía crear El universo de lo sencillo. Ese día descubres que el éxito está más próximo a hacer lo que amas que a desempeñar un buen papel en el juego del mercado. El éxito tiene más de desnudez que de traje.

   ¿Cómo definirías a una persona sabia?

   Una persona que sabe amar. Punto. No importa lo inteligente, culto, guapo o resuelto que seas, lo que realmente mide la grandeza de una persona es su capacidad de amar.

   ¿Qué es la zona de confort y qué implica salir de ella?

   La zona de confort es la victoria de la seguridad sobre el crecimiento; es firmar el aprobado, o el notable, y no preguntarse qué pasa con los otros dos puntos. Salir de esta zona, mudarse a la zona de inconfort, no solo implica exponerse a una vida de sorpresas y altos premios (siempre sin garantías, claro), sino también reconocer que nada vale tanto como para vivir apegados ni tan poco como para no arriesgarse. Abandonar la zona segura es el primer paso para una vida valiente.

   ¿Por qué se ve como una prueba de rebeldía el hecho de no llevar una vida común cuando solo está en nuestra mano elegir la vida que queremos llevar?

   Existe una parte de temor en que el aventurero encuentre una nueva tierra mientras nosotros nos quedamos aquí. No nos gusta perdernos las cosas, y cuando alguien sale en busca de nuevos caminos, nos hace sentir que podemos estar perdiéndonos algo. Entonces, nuestro impulso es el de decirle "no te vayas" si aun no se ha ido, o verle como un traidor si ya lo ha hecho.

   ¿Crees que la sociedad está demasiado inmersa en uno estándares de los que pocos se atreven a salir? ¿Está mal visto socialmente que las ambiciones de uno no sean casa, dinero y trabajo?

   En este punto me considero bastante optimista. Como todo cambio cultural y de creencias, se trata de un proceso lento, pero ya empiezan a apreciarse cambios importantes. La idea de casa va dando lugar a la de "posada" (alquiler); la acumulación de dinero a la vivencia de experiencias individualizadas y de calidad; y el concepto de trabajo tedioso y obligatorio está empezando a ser sustituido por el de pasión escogida libremente. Si las generaciones anteriores se caracterizaban por su contexto por la búsqueda de la seguridad y la estabilidad, las nuevas caminan hacia la flexibilidad, la aceptación de la incertidumbre y un modelo do it yourself o de, como titulaba Frank Capra una película que sin duda recomiendo, Vive como quieras.

   Tanta positividad en una única persona tenía que ser compartida pero, ¿el Pablo que solo conoces tú es siempre igual de positivo?

   Con la positividad ocurre como con la valentía: no se puede pretender no tener miedos, solo seguir a pesar de ellos. Ser positivo no es sonreír todo el tiempo, sino no dejarse consumir por la tristeza. Como todo el mundo, tengo mis temores y mis creencia limitantes. Lloro y tiemblo, y quien no lo haga vive bajo alguna represión. No existen los súper hombres (y en el caso de existir, llorarían). La positividad es la actitud para rebelarse y no dejar que el miedo se salga con la suya, y esa actitud suele acompañarme siempre, bien en forma de fuerza interior, o bien por saberme rodear de las personas adecuadas para esos momentos en que uno solo no es suficiente.

   Habrá quien te diga que esa postura es incluso pedante, porque a priori nadie es feliz continuamente. Todo el mundo pasa por momentos difíciles, es humano e incluso sano. ¿Ver el vaso medio vacío nunca es una opción?

   Escribas lo que escribas, cuando te expones a tantos miles de personas en cada artículo, siempre habrá quien diga cualquier cosa. Quien me lee a menudo sabe que hay dos palabras que uso como base: amor y valentía. (Palabras más mellizas que simples hermanas). El amor y la valentía no entienden de camuflaje: el objetivo no es controlar todo cuanto ocurre, sino ser capaces de comprender y aceptar la vida tal cual es, con sus imperfecciones, sus picos y sus valles. Quien pretenda una vida en un paraíso tras unas nacaradas pearly gates vive en un engaño. Nuestro trabajo individual consiste en valorar tanto como haya en el vaso, intentando ser más agradecidos por lo que hay que exigentes con cuanto falta. Creo que tenemos más de botella que de vaso.

   ¿No crees que hay veces en las que a la gente simplemente le apetece permitirse estar mal sin tener que demostrar que todo tiene un lado positivo?

   Totalmente, porque no todo tiene un lado positivo o, si lo tiene, es a veces ínfimo. Para esos momentos, lo mejor que podemos ofrecernos no son palabras, sino un abrazo. En eso consiste la empatía.

   ¿Sin plantar cara a los problemas que sobrevienen en la vida se puede ser feliz? ¿El hedonismo, la búsqueda del placer y la huida del dolor es una posibilidad para vivir feliz?

   Sin plantar cara a los problemas se puede ser tan feliz como se puede ser en una barca sin timón: los días de calma son una gozada, pero los días de tempestad se convierten en infierno. Quien no toma cierto control sobre la dirección corre el riesgo de perderse a la deriva. Lo que distingue al hedonismo o el placer del ideal de felicidad es el establecimiento de un proyecto. Fijar una meta o un sentido es el punto de partida de una vida autodirigida y responsable. La cuestión es a quién estamos dando el poder, si a nuestros deseos e impulsos o a nuestra voluntad. Es necesario que le digamos a nuestros problemas quién manda.

   ¿Te consideras una persona absolutamente feliz? ¿Cómo se expresa lo que se siente en ese estado?

   Un día leí una frase que decía algo así: "no sé si la felicidad existe, pero si no la buscara creo que desesperaría". Es difícil definir la felicidad, por eso algunos prefieren hablar de satisfacción, bienestar, realización, etc. Creo que no existe un estado "absolutamente feliz", del mismo modo que no existe la perfección. Sin embargo, es ese espacio que aún nos falta el que nos mantiene en marcha. La felicidad tiene ese punto de agua de oasis que tan pronto se muestra como se aleja para que sigamos persiguiéndola. Savater lo explicaba mejor: "felicidad es aquello que brilla donde yo no estoy".

   ¿Cuál es el mejor consejo para despertarse cada día con optimismo?

   Tener una pasión. Jorge Bucay respondía a esto muy bien en un artículo que puede encontrarse fácilmente en internet llamado Ten un amante. Para una persona apasionada, dormir es un estorbo necesario, y despertarse una dicha imprescindible. Hay que enamorarse, encontrar un motivo y una causa mayores que nosotros mismos. Eso y una buena canción de música country. Como escribía un día de broma, no existe despertar con el pie izquierdo, sino canción y volumen equivocados.

   ¿Crees en el efecto mariposa y en el hecho de que algo muy sutil pueda tener consecuencias muy grandes?

   Creo en obrar con independencia del resultado. Actuar por (amor, causa) y no para (conseguirlo). Pienso que la mayoría de abandonos se produce por apegarse a los resultados, y que lo que el mundo necesita son más gestos de amor, sin condiciones. Son estos gestos los que más felices y mayores consecuencias traen consigo. Si todos pusiéramos un granito, no para hacer montaña, sino porque simplemente creemos que "va ahí", inevitablemente se haría la montaña.

   Estudiaste periodismo y humanidades sin ninguna vocación. Si ahora tuvieras que definir tu verdadera vocación, ¿cuál sería?

   No creo en la idea de una vocación como si fuera una llamada a la que debemos coger el teléfono o estamos condenados a una vida menor. Creo más en lo que, con otros fines, Steve Jobs llamó connecting dots. Conectar puntos consiste en escucharse, mirarse y lanzarse. Cuando eres capaz de desoír las voces de los demás, apagar el Sonotone para usar el fonendoscopio, ver qué haces bien y creer en que con perseverancia y determinación puedes mejorarlo, el siguiente paso eres tú yendo como un loco tras tu pasión.

   Hoy echo la vista atrás y descubro que mi pasión es comunicar sobre temas de desarrollo personal y humanístico, y entiendo entonces por qué estudié Humanidades, por qué Periodismo y por qué hice tantas cosas que en otro momento me resultaban carentes de sentido. Quizás mi vocación sea equivocarme.