Actualizado 18/05/2018 13:52

El Papa acusa la Iglesia chilena de "falta de transparencia" por la destrucción de documentos en casos de abusos

El Papa Francisco junto a los obispos chilenos
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   Dice sentir "vergüenza" y advierte de que la dimisión de cargos, aunque necesaria, no es suficiente para solucionar la crisis

   ROMA, 18 May. (EUROPA PRESS) -

   El Papa ha denunciado la falta de transparencia de la Iglesia chilena en la gestión de los casos de abusos sexuales al constatar que hubo "destrucción de documentos comprometedores" por parte de encargados de archivos eclesiásticos.

   Francisco ha hecho estas críticas en un documento privado que entregó el martes a los 34 obispos chilenos que han viajado a Roma esta semana para rendir cuentas ante él en el Vaticano y que ha sido difundido por la televisión chilena T13. Todos ellos han ofrecido este viernes su renuncia al Pontífice para que los cese si lo considera necesario.

   "Mis enviados han podido confirmar que algunos religiosos expulsados de su orden a causa de la inmoralidad de su conducta y tras haberse minimizado la absoluta gravedad de sus hechos delictivos atribuyéndolos a simple debilidad o falta moral, habrían sido acogidos en otras diócesis e incluso, en modo más que imprudente, se les habrían confiado cargos diocesanos o parroquiales que implican un contacto cotidiano y directo con menores de edad", expresa.

   En la misiva, añade que la investigación demuestra que existen "graves defectos" en el modo de gestionar los casos de 'delicta graviora' (delitos más graves) que corroboran "algunos datos preocupantes" que comenzaron a saberse en algunos Dicasterios romanos. "Especialmente en el modo de recibir las denuncias o 'notitae criminis', pues en no pocos casos han sido calificados muy superficialmente como inverosímiles lo que eran graves indicios de un efectivo delito", reprocha.

FALTA DE RESPETO AL PROCEDIMIENTO CANÓNICO

   El Pontífice dice sentir "vergüenza" por las declaraciones que "certifican presiones ejercidas sobre aquellos que debían llevar adelante la instrucción de los procesos penales o incluso la destrucción de documentos comprometedores por parte de encargados de archivos eclesiásticos, evidenciando así una absoluta falta de respeto por el procedimiento canónico y, más aún, unas prácticas reprobables que deberán ser evitadas en el futuro".

   Francisco se refiere en este pasaje al informe que le entregó el enviado especial a Chile, el arzobispo de Malta Charles Scicluna, en el que se recopilan antecedentes sobre las denuncias de encubrimiento en contra del obispo de Osorno, Juan Barros, en el marco de las acusaciones de abuso sexual del sacerdote Fernando Karadima.

   En el texto de diez páginas, Francisco apunta a que se pudo constatar también "la existencia de presuntos delitos investigados solo a destiempo o incluso nunca investigados, con el consiguiente escándalo para los denunciantes y para todos aquellos que conocían las presuntas víctimas, familias, amigos, comunidades parroquiales".

   "En otros casos, se ha constatado la existencia de gravísimas negligencias en la protección de los niños/as y de los niños/as vulnerables por parte de los Obispos y Superiores religiosos, de los cuales tienen una especial responsabilidad en la tarea de proteger al pueblo de Dios", añade.

   En esta misma línea, el Papa señala que "para poder corroborar que el problema no pertenece a solo un grupo de personas, en el caso de muchos abusadores se detectaron ya graves problemas en ellos en su etapa de formación en el seminario o noviciado". "De hecho, constan en las actas de la 'Misión especial' graves acusaciones contra algunos Obispos o Superiores que habrían confiado dichas instituciones educativas a sacerdotes sospechosos de homosexualidad activa", especifica.

   El Pontífice, que comenzó sus reuniones con los 34 obispos chilenos que viajaron a Roma (Italia), el pasado martes destaca que es necesario "ir más allá" de la privación de cargo a personas para solucionar la crisis.

   "Los problemas que hoy se viven dentro de la comunidad eclesial no se solucionan solamente abordando los casos concretos y reduciéndolos a remoción de personas; esto -y lo digo claramente- hay que hacerlo, pero no es suficiente, hay que ir más allá. Sería irresponsable de nuestra parte no ahondar en buscar las raíces y las estructuras que permitieron que estos acontecimientos concretos se sucedieran y perpetuasen", apunta el Papa.

   Además de las críticas, Francisco abre la puerta a cómo solucionar la crisis en la que está inmersa la Iglesia chilena: "Es urgente abordar y buscar reparar en el corto, mediano y largo plazo este escándalo para restablecer la justicia y la comunión".

   "Confesar el pecado es necesario, buscar remediarlo es urgente, conocer las raíces del mismo es sabiduría para el presente-futuro. Sería grave omisión de nuestra parte no ahondar en las raíces. Es más, creer que sólo la remoción de las personas, sin más, generaría la salud del cuerpo es una gran falacia. No hay duda que ayudaría y es necesario hacerlo, pero repito, no alcanza", sentencia.