Actualizado 16/08/2018 11:42

Pobreza, violencia y estigmas marcan a los niños migrantes retornados a Centroamérica y México

Familia guatemalteca deportada desde Estados Unidos
UNICEF/TANYA BRINDA

   MADRID, 16 Ago. (EUROPA PRESS) -

   La violencia extrema, la pobreza y la falta de oportunidades no solo está detrás de muchas de las migraciones desde El Salvador, Guatemala, Honduras y México, sino que también supone el día a día de muchos de los niños retornados a sus países tras viajes fallidos, según el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF), que ha incluido entre los desafíos el estigma que acompaña a estos menores.

   El informe 'Desarraigados en Centroamérica y México' analiza las causas y consecuencias de la migración irregular y el desplazamiento forzado, teniendo en cuenta que más de 96.000 migrantes centroamericanos han sido expulsados por las autoridades mexicanas y estadounidenses en la primera mitad de 2018. Más del 90 por ciento de los niños retornaron desde México, donde más de 68.000 menores han sido interceptados entre 2016 y abril de 2018.

   Entre los retos detectados por UNICEF figuran la pobreza infantil, del 44 por ciento en El Salvador, del 68 por ciento en Guatemala y del 74 por ciento en Honduras. Las familias pobres solicitan a menudo préstamos para financiar su migración irregular a Estados Unidos, lo que sume a estos hogares en una situación económica aún más precaria.

   La violencia también está presente en comunidades del norte de Centroamérica donde los niños son víctimas directas de las maras, responsables de reclutamientos, abusos y asesinatos. Los menores emigrantes pueden correr un riesgo aún mayor si sin devueltos por la fuerza a las localidades donde ya antes de irse corrían peligro, ha advertido UNICEF, que ha detectado casos de desplazamiento interno por inseguridad.

   Por otra parte, la agencia ha subrayado que "la detención y la separación familiar por parte de las autoridades de inmigración son experiencias profundamente traumáticas que pueden afectar negativamente el desarrollo a largo plazo de un niño o niña", por lo que ha reclamado la unidad familiar como elemento clave para el desarrollo.

   UNICEF ha aludido también a la estigmatización de los retornados, habida cuenta de que los intentos fallidos por llegar a México o a Estados Unidos marca también a los niños y a las familias. Este lastre, ha añadido, puede perjudicar la reintegración de los menores en la escuela o que los adultos encuentren trabajo.

MENSAJE A LOS GOBIERNOS

   La directora regional de UNICEF para América Latina y el Caribe, Maria Cristina Perceval, ha advertido de que, "en muchos casos, los niños que son retornados a sus países de origen no tienen un hogar al que regresar, terminan endeudados o son víctimas de las maras". "El hecho de que se les devuelva a situaciones imposibles hace más probable que vuelvan a emigrar", ha señalado.

   Por este motivo, la organización ha instado a todos los gobiernos a tomar medidas para aliviar las "causas estructurales" de la migración irregular y forzada y salvaguardar el bienestar de los niños en todo momento.

   "Los líderes gubernamentales tienen la responsabilidad de tomar las medidas necesarias", ha subrayado Perceval, que ha reclamado mecanismos para, por ejemplo, proporcionar servicios esenciales a los niños durante todo el viaje o que su retorno sólo se produzca en caso de interés superior.