Actualizado 04/08/2015 23:52

Policía de Río de Janeiro mató a más de 5.000 personas en la última década

   RÍO DE JANEIRO, 3 Ago. (Notimérica) -

   La Policía Militar del Estado de Río de Janeiro mató a 8.466 personas entre 2005 y 2014, 5.132 únicamente en la capital. Una cifra que ha sido denunciada en el informe 'Mataste a mi hijo', que Amnistía Internacional (AI) ha presentado este lunes, haciendo hincapié en la impunidad con la que actúa la Policía.

   "La policía mata demasiado y también muere demasiado", ha comentado el director de AI Brasil, Atila Roque, en la presentación del informe, que resalta que el 16 por ciento de los homicidios que tuvieron lugar en los últimos cinco años en la 'Ciudad Maravillosa' fueron perpetrados por policías.

   La guerra a las drogas legitima ante la sociedad todas estas muertes, que según AI ocurren de forma "innecesaria, excesiva y arbitraria", en suburbios y favelas donde reina la impunidad; los agentes suelen justificar los asesinatos como actos en defensa propia o califican las muertes como daños colaterales de los tiroteos que habitualmente mantienen con narcotraficantes.

   Pero en realidad esta versión se incumple en la mayoría de los casos, como denunciaban las mujeres del colectivo 'Madres de mayo', cuyos hijos han muerto en los últimos años a manos de la policía. No son infrecuentes casos como el de Eduardo de Jesus, el niño de diez años que fue asesinado por un policía a quemarropa el pasado mes de abril en el Complexo do Alemão.

   "Mi hijo había salido a la puerta de casa aprovechando que hacían anuncios en la telenovela. Estaba jugando con el móvil cuando un policía le disparó. Salí corriendo y la encontré muerto", recordaba visiblemente emocionada su madre, Terezinha de Jesus, en declaraciones a Notimérica.

   Después de la muerte de su hijo, Terezinha dejó Río y ha vuelto a su Piauí natal, pero avisa de que no parará hasta ver a los responsables en la cárcel. Pero el informe de AI revela que eso no ocurre con frecuencia; a modo de ejemplo, de las 220 muertes que provocó la Policía en los últimos cuatro años, sólo un caso fue denunciado por el Ministerio Público.

LA FAVELA DE ACARI.

   Para complementar las cifras del informe, AI realizó un trabajo de campo en la favela de Acari, situada en las afueras de Río y en una región en la que en el último año la Policía mató a 68 personas, la mayoría de las cuales murieron en circunstancias irregulares y con fuertes indicios de actuaciones extrajudiciales.

   Amnistía Internacional analizó diez casos, como el de Davi, de 25 años, que recibió un disparado en la pierna y se arrastró por el suelo desangrándose mientras la Policía impedía que fuera llevado al hospital. La madre se abalanzó sobre el cuerpo de su hijo increpando a la Policía, pero solo pudo velar el cadáver en medio de la calle.

   Escenas así son habituales en las favelas no pacificadas de Río de Janeiro, y las víctimas tienen un perfil muy definido: el 99,5% de los asesinados son hombres, el 79% son negros y el 75% son jóvenes de entre 15 y 29 años, evidenciando el estigma social que persigue a los negros y pobres en Brasil.

   "En Brasil convivimos con una epidemia de la indiferencia. ¿Cómo podemos dormir cada día con 56.000 muertos?", se preguntaba Roque, en referencia a la cifra total de muertes que se producen cada año en Brasil, y que convierten al gigante sudamericano en el país que más mata en el mundo.

   Para Roque, es inadmisible que la reducción de homicidios no sea la principal prioridad del Estado brasileño y que no haya un plan nacional para acabar con esta lacra, pero considera que la responsabilidad también está en la sociedad civil, que normalmente justifica las muertes de muchos jóvenes alegando que tenían relación con el narcotráfico.

REPUNTE EN EL ÚLTIMO AÑO.

   Los responsables de AI han destacado, no obstante, que en Río de Janeiro ha habido en los últimos años una importante reducción del número de muertes, en gran parte gracias al proyecto de las Unidades de Policía Pacificadora (UPP) que comenzaron a implantar en muchas favelas desde 2008.

   En 2007, la Policía mató a 1.330 personas en todo el estado de Río de Janeiro, una cifra que se rebajó notablemente hasta las 416 muertes de 2013. Sin embargo, en 2014 la violencia policial volvió a repuntar y hubo 580 muertes.

   "Reconocemos enormes avances y el deseo real de cambio que tiene la actual cúpula de seguridad del Estado, pero AI no puede dejar de subrayar este problema", ha dicho Roque, justo cuando la ciudad empieza a estar en el punto de mira internacional a falta de un año para los Juegos Olímpicos.