Actualizado 27/05/2018 09:05

Puebla, la ciudad mexicana creada a base de leyendas

Puebla, la ciudad mexicana creada a base de leyendas
Puebla, la ciudad mexicana creada a base de leyendas - NOTIMÉRICA
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   CIUDAD DE MÉXICO, 27 May. (Notimérica) -

   México sin duda es uno de los países iberoamericanos que recibe más turistas internacionales en todo el año. Todos quedan fascinados con la cultura azteca, sus ciudades, gastronomía, arquitectura, calidad de vida, costumbres, música, etc.

   Entre las ciudades más visitadas del país iberoamericano tenemos a Puebla, urbe que fue trazada por los ángeles -según varias leyendas locales-- por su encanto y diversidad arquitectónica. De su vista sobresalen los dos volcanes más importantes de México: el Popocatépetl y el Iztaccihualt, lo que hace de sus postales algo verdaderamente hermoso que vale la pena conocer.

   Pero, ¿por qué decimos que Puebla nació en base a leyendas?, pues aquí tenemos algunas de las más famosas.

   1.- Leyenda del Popocatépelt e Iztaccíhualt

   Los dos nevados que cobijan a esta ciudad mexicana fueron, en un inicio, una pareja que no pudo estar junta. Popocatepetl fue un valiente guerrero que amaba a la doncella Iztaccíhualt Tezozómoc, pero el padre de la doncella se oponía rotundamente a su relación, por lo cual decidió enviar a Popocatepetl a la guerra de Oaxaca, prometiéndole la mano de su hija si este regresaba victorioso y con vida.

   Cuando el joven guerrero volvió victorioso se enteró que la doncella murió de la pena por estar separados. El joven enamorado entró en depresión y también murió de tristeza por haberla perdido. Los dioses se conmovieron y los cubrieron con nieve para transformarlos en montañas. La montaña Iztaccíhualt fue llamada 'Mujer blanca o mujer dormida', mientras que Popocatépetl fue convertido en un volcán que arroja fuego sobre la tierra con rabia por perder al amor de su vida.

   

   2.- La cueva que habla

   Cuentan las personas que el día 24 de junio (en el que se conmemora a San Juan Bautista) en la peña del cerro Acolhua, existen dos cuevas donde se escucha el retumbo de campanas. Este sonido atrae a las personas que, inconscientemente, ingresan al lugar. Aquellas que entran a las cuevas desaparecen y regresan al siguiente año; sin embargo, los desaparecidos creen que han estado extraviados solo un día.

3.- Los nahuales de los Reyes Metzontla

   Se cuenta que la mayoría de los pobladores de la comunidad Reyes Metzontla, también conocidos como xentiles, no profesan la religión católica. En este lugar, algunas personas se dedicaban a robar ganado, y para lograrlo, se convertían en perros o coyotes.

   En algunas ocasiones los animales no eran extraídos del corral al que pertenecían, solo se encontraban sus cadáveres con heridas en el cuello y sin sangre. Estos cuerpos eran quemados porque nadie quería comer su carne, ni siquiera otros animales. Mucha gente cree que estos sucesos eran realizados por los nahuales.

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4.- Leyenda de la víbora blanca (Iztac Coalt)

   Antes de la conquista española, el Iztac Coatl era venerado por los pobladores de Iztacoatepec. Cada año realizaban una gran fiesta colocando ofrendas sobre la figura ancestral en agradecimientos a los bienes que traía al lugar.

En 1490 los habitantes de Iztacoatepec hicieron una celebración con cohetes caseros, haciendo que el Iztac Coatl se espantaje, saliese de su nicho y huyese del lugar.

   En la actualidad, se cree que la víbora ancestral fue a parar en el cerro San Agustín, en el estado de Hidalgo, lugar en el cual existe abundante fauna y flora que en algún tiempo existió en Iztacoatepec.

   5.- La presa de San Miguel de Cosahuatla

   La construcción de esta presa está llena de misterios. El primero data de 1948 cuando ingenieros fueron a tomar niveles del Río Atoyac, muriendo algunos de ellos accidentalmente sepultados por la tierra.

   Otro misterio data de 1950, cuando personal foráneo que trabajó en la construcción de la presa se ahogó entrando al agua para refrescarse.

   También se cuenta que cuando expertos rascaban para el cimiento de la presa, la tierra se derrumbaba y las personas se quedaban atrapadas, pero solo morían los trabajadores que no pertenecían a la comunidad, mientras que a los habitantes de San Miguel no les pasaba nada. A partir de ahí surgió el rumor que el demonio cuida la montaña, pero no mata a las personas de su pueblo.