Actualizado 30/03/2017 02:12

¿Quién cantó por primera vez el Himno Nacional Argentino?

   BUENOS AIRES, 23 Oct. (Notimérica) -

   El 24 de mayo de 1812, en la capital argentina de Buenos Aires, la Casa de la Comedia presentaba una obra de teatro llamada '25 de Mayo'. Esa pieza teatral terminaba con un himno que fue el que inspiró a uno de los espectadores, Vicente López y Planes, abogado y diputado de la Asamblea, quien sería el encargado de escribir el himno oficial argentino.

   Esta era una época en la que se vivía una guerra sangrienta contra España, en un proceso independentista que había comenzado con la revolución de mayo de 1810 y culminaría con la declaración de la independencia del 9 de julio de 1816.

   En este ambiente y según establece la tradición, el 14 de mayo de 1813, en la casa de la argentina Mariquita Sánchez de Thompson se cantó por primera vez la "Marcha Patriótica", actual Himno Nacional Argentino, siendo ella quien interpretó sus estrofas. Esta casa fue declarada Monumento Histórico Nacional en el año 2007 para su preservación como testimonio del pasado local y nacional, convirtiéndose en Museo, Biblioteca y Archivo Histórico.

   Narrar y analizar la vida de Sánchez de Thompson es escribir la nación. La patria argentina nace al mismo tiempo que esta patriota deja su niñez y hasta podría decirse que mujer y nación llegarán juntas a la madurez.

   Cuando esta patriótica nació el 1 de noviembre de 1786, Buenos Aires tenía menos de 20.000 habitantes y estaba gobernada por un virrey; cuando murió, el 23 de octubre de 1868, la ciudad estaba dejando de ser la gran aldea y asumía la presidencia su amigo, contrincante y admirador Domingo Faustino Sarmiento.

   Sanchez de Thompson disfrutó del privilegio de nacer en el seno de una familia rica en dinero y virtudes, dos principios que ella siempre se preocupó en cultivar con parejo esmero. Además, se convirtió en la compañera, confidente y en algunos casos algo más, de los principales protagonistas de la generación del 37. Gutiérrez la admiraba, Echeverría la amaba y Alberdi la consultaba cada vez que podía.

   La historia suele presentar a esta argentina como una mujer frívola, simpática tal vez, pero irremediablemente superficial. La escena que más se recuerda de su vida es el célebre cuadro de Pedro Subercasseaux en el que se representa por primera vez el Himno Nacional. Unas tertulias que se realizaban en su salón y que albergaban risas, conversaciones, bailes y canciones para todas las personalidades de la época.

   En aquel momento, Sánchez de Thompson abre en muchos sentidos una casta de mujeres que se permite reflexionar sobre temas hasta ese momento indiscutibles, como la viudez, la obediencia conyugal y los derechos femeninos.

SU PRIMER AMOR

   Antes de cumplir 15 años se enamoró de su primo Martín Thompson y se comprometió con él en contra de la opinión de sus padres. Empecinada, Sánchez recurrió a un viejo derecho, por el cual una joven podía solicitar al rey su protección, para evitar ser casada contra su voluntad.

   De este modo, se presentó al virrey Sobremonte para que dejase sin efecto los arreglos que había hecho la madre --el padre ya había muerto-- para casarla con Diego del Arco. Cerca de un año después del inicio el juicio, los enamorados obtuvieron la autorización y la boda se realizó el 29 de julio de 1805.

   Años más tarde, Thompson, con el que había tenido cinco hijos, fallecía en Estados Unidos. En 1820, la viuda contrajo de nuevo matrimonio con el francés Washington de Mendeville. En este tiempo, Mariquita retomó su labor en la sociedad volviendo a abrir su salón como antaño hasta que el 23 de octubre de 1868 fallecía en Buenos Aires a los 82 años.