RUBEN CARDENAS
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   CIUDAD DE MÉXICO, 9 Nov. (Notimérica) -

   Las autoridades del estado sureño estadounidense de Texas han ejecutado en la noche de este miércoles al mexicano Rubén Cárdenas Ramírez, condenado a pena de muerte en 1998, pese a las peticiones llevadas a cabo por el gobierno de México, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la defensa que el mismo Cárdenas hizo siempre de su inocencia.

   Un par de horas antes de que se cumpliera la medianoche en el sur de los Estados Unidos, la justicia de Texas ha decidido poner fin a los 47 años de vida de Rubén Cárdenas, quien permaneció los últimos 20 años luchando por que la fecha estipulada para su muerte no se cumpliera, aunque esta se ha hecho efectiva finalmente en la prisión de Huntsville mediante la inyección letal.

   La apelación de la defensa llevada a cabo en las últimas horas, negada por la Corte Suprema de Estados Unidos, hizo que agonía de la espera por el momento programado fuera aún mayor, pues pasaron hasta cuatro horas de más antes de que finalmente se pusiera fin a la vida del mexicano, quien pudo despedirse de su madre, sus hermanos y sus hijos.

LOS HECHOS

   En el mes de febrero del año 1997, los padres de Mayra Laguna, de 16 años de edad, denunciaron la desaparición de la joven en la localidad de McAllen, en Texas. Las autoridades estadounidenses comenzaron las indagaciones y, como es habitual, solicitaron la colaboración de la familia y amigos de la adolescente.

   Cárdenas, primo de Mayra, se presentó voluntariamente ante la policía para ser interrogado y colaborar en las labores de búsqueda de la joven, pero el interrogatorio se volvió más largo de lo esperado. Pasadas más de 20 horas, según la defensa del mexicano, Cárdenas hizo una confesión.

   Junto con un cómplice, José Antonio Castillo, Cárdenas habría entrado sin ser visto en la vivienda de la familia Laguna y se habría llevado por la fuerza y sin consentimiento a su prima, tal y como se dijo en el juicio sobre el caso celebrado en 1998. "(Cárdenas) la ató con cinta adhesiva, luego la metió en un vehículo con el otro acusado y condujo a un lugar remoto", según consta en los registros del Departamento de Justicia Criminal de Texas recogidos por 'BBC en Español'.

   "Cárdenas violó a la víctima, la golpeó severamente con sus puños y la estranguló, causándole la muerte. Cárdenas arrojó su cuerpo a un canal cercano", dice la síntesis del caso. Así, el primo de la víctimas y Castillos fueron detenidos y sentenciados, el primero de ellos a la pena de muerte, mientras su cómplice cumple una condena de 25 años por secuestro agravado y por la que saldrá en 2022.

   

DEFENSA DE SU INOCENCIA

   La defensa de Cárdenas sostiene que la confesión de su cliente fue hecha por coacción, después de ser interrogado durante casi un día seguido y sin contar con asistencia consular, tal y como indicaba el Gobierno de México, lo que haría que el proceso en contra de Cárdenas fuera ilegal.

   Asimismo, una amiga del mexicano, Maricela Luna, indicaba el pasado sábado en una entrevista con el diario 'Reforma' cómo Cárdenas continuaba defendiendo y asegurando que era inocente. "Yo no maté a mi prima, yo soy inocente", asegurando que "no tengo miedo, yo sé de qué me voy morir... Estoy en manos de Dios, se hará su voluntad", le dijo.

   "El hecho de que haya existido una violación al debido proceso, y por otro lado a la convención de Viena, no tener la posibilidad de una entrevista con un funcionario consular de entrada es una violación, el tema es que de origen hay una falla, y desde nuestra perspectiva es un acto ilegal", dijo Carlos Manuel Sada, de la Cancillería mexicana, en declaraciones recogidas por 'BBC en Español'.

DUDAS SOBRE UN JUICIO JUSTO

   El Tribunal de Apelaciones Criminales de Texas negaba este martes llevar a cabo la petición de realizar nuevas pruebas de ADN sobre el caso, tal y como habría pedido la defensa --que aseguraba que podrían mostrar la inocencia de Cárdenas--, alegando que ni nuevas pruebas de ADN que "no fueran consistentes con el perfil de Ramírez Cárdenas" podrían exculparlo, indica el medio británico.

   Por otro lado, la Junta de Perdones y Libertades Condicionales de Texas se opuso de manera unánime (6-0) a otorgar clemencia o permitir la conmutación de la pena del mexicano, algo que podría haberse llevado a cabo por "tecnicismos legales", según la aboga de Cárdenas, Maurie Levin, que asegura que la decisión "viola las nociones más básicas de equidad y justicia".

   Expertos independientes en Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) pidieron al gobierno de Estados Unidos la suspensión de la ejecución de la pena de muerte de Cárdenas, pues sentían "temor de que no recibió un juicio justo", asegurando que "si la ejecución planeada se realiza, el gobierno estadounidense habrá aplicado la pena de muerte sin cumplir con los estándares internacionales de derechos humanos".

   Por su parte, la CIDH pidió "una reparación efectiva" y "la revisión de su juicio conforme a las garantías del debido proceso y de un juicio justo" para Cárdenas. Sin embargo, todas las peticiones y solicitudes, procedentes incluso de grandes instancias, han sido denegadas. El estado estadounidense de Texas ponía fin a la vida del mexicano Rubén Cárdenas este miércoles a las 22.26 horas de la noche.