Omayra Sánchez
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Omayra

   BOGOTÁ, 13 Nov. (Notimérica) -

   La erupción del volcán Nevado de Ruíz destruyó hace más de tres décadas el municipio de Armero (Colombia) y acabó con la vida de unas 25.000 personas en un radio de 50 kilómetros. De entre los miles de afectados, el caso de Omayra Sánchez, quién permaneció atrapada tres días en el lodo, conmovió al mundo.

   La 'Tragedia de Armero', como es conocido este hecho, se produjo el 13 de noviembre de 1985, hace hoy 32 años, cuando el volcán Nevado Ruíz entró en erupción fundiendo los glaciares y la nieve creando grandes cantidades de lodo. Una de estas lenguas de fango alcanzó al municipio de Armero, que quedó cubierto de barro prácticamente en su totalidad. El municipio de Chunchiná también fue alcanzado y arrasado parcialmente.

   Los equipos de rescate llegaron rápidamente a Armero en busca de sobrevivientes y se encontraron con Omayra Sánchez. La niña de 13 años estaba atrapada de cintura para abajo por el lodo, los restos de su casa y los cuerpos de sus familiares. Al intentar sacarla se dieron cuenta que no podían hacerlo a menos que le amputaran las piernas.

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   Sin embargo, se descartó esa opción por no tener el equipo quirúrgico necesario y por no garantizar las condiciones necesarias para que sobreviviera a la intervención. Se planteó la posibilidad de usar una moto-bomba para extraer el lodo y poder así sacar el cuerpo de la niña. La Empresa Pública de Medellín (EPM) era la única que tenía esta tecnología pero se negó a prestarla.

   Durante los tres días que permaneció atrapada, medios de comunicación internacionales retransmitieron las dramáticas imágenes así como las declaraciones de la niña, que se mostró en todo momento fuerte y valiente. Una de sus frases más conmovedoras fue la dedicada a los técnicos que intentaban rescatarla: "váyanse a descansar un rato y después vengan y me sacan de aquí", les aconsejó la pequeña.

   Finalmente, Omayra Sánchez falleció debido a gangrena gaseosa el 16 de noviembre de 1985 sin dejar de luchar por su vida en ningún momento. Su cuerpo se enterró en el mismo lugar que estuvo atrapado por petición de su madre. En ese mismo lugar se levantó una especie de altar donde hoy todavía las personas dejan recuerdos y plegarias por ella.