Publicado 22/11/2015 15:12

Río de Janeiro se reencuentra con sus raíces africanas

   RÍO DE JANEIRO, 22 Nov. (Notimérica) -

    Río de Janeiro ha emprendido en los últimos años un viaje de vuelta a sus orígenes, devolviendo la atención a la hasta hace poco degradada zona portuaria, una región conocida como la 'Pequeña África' marcada en la Historia por ser la puerta de entrada a Brasil de cientos de miles de esclavos africanos.

   El lugar donde llegaban esos barcos es hoy un discreto yacimiento arqueológico; las piedras del antiguo 'Cais do Valongo' permanecen como testimonios de un pasado avergonzante en medio de un barrio en plena transformación debido a los preparativos para los Juegos Olímpicos.

   Rebautizado por el Ayuntamiento como 'Porto Maravilha' el puerto de Río y sus barrios --Saúde, Morro da Conceião, Gamboa, Providência, Santo Cristo-- es una zona clave para poner en valor la 'negritud' de la sociedad brasileña, como quedó patente el pasado viernes con las celebraciones del Día de la Conciencia Negra.

   Esta festividad nacional, instaurado en memoria de la lucha por la libertad del líder africano Zumbi dos Palmares, tuvo en Río de Janeiro su epicentro en la región portuaria. Decenas de actividades culturales, como visitas guiadas, conferencias, conciertos, rodas de capoeira y desfiles de blocos de carnaval llenaron sus calles en un ambiente al mismo tiempo festivo y reivindicativo.

   A pesar del calor abrasador fueron miles de personas las que llenaron las calles de la región, muchas de ellas atraídas por las nuevas atracciones que van tomando forma a medida que se aproxima la cita olímpica, como el nuevo tranvía o la renovada Praça Mauá con su imponente Museo del Mañana, obra del arquitecto español Santiago Calatrava.

   "Ya puede diluviar o hacer un sol del demonio que yo el día de Zumbi me lo paso en la calle", explicaba a Notimérica Marcos César, vecino de Gamboa, que a primerísima hora de la mañana estaba en la calle con sus compañeros de la Casa de Oxumaré rindiendo homenaje al líder quilombola en su estatua en la avenida presidente Vargas.

   La percusión fue la banda sonora que acompañó la jornada ya desde el amanecer, con el desfile del afoxé Filhos de Gandhy y del bloco de maractú Maracutaia, que desfilaron por los barrios que fueron cuna de la samba y recordaron el rol fundamental de Tia Ciata, la mujer que según la tradición trajo a Río la samba procedente de Bahía.

   Las expresiones de afirmación de la raza negra y su cultura tomaron las calles de una zona que después de años de abandono está resurgiendo como centro de ocio y cultura sin olvidar las huellas de su pasado.

   Tan solo en el Cais do Valongo entre 1811 y 1831 se calcula que desembarcaron entre 500.000 y un millón de esclavos africanos, un recuerdo amargo que las entidades culturales de la zona luchan día a día para mantener vivo en la memoria colectiva de los brasileños.