Actualizado 25/04/2018 15:54

Ronaldo Schemidt, ganador del World Press Photo 2018, reclama "claridad" y "sinceridad" contra la manipulación de fotos

Ronaldo Schemidt con su foto galardonada en el World Press Photo 2018
EUROPA PRESS

   El venezolano, galardonado por la instantánea de un manifestante en llamas, defiende la necesidad de contar la historia detrás de la foto

   MADRID, 25 Abr. (EUROPA PRESS) -

   El ganador del World Press Photo 2018, Ronaldo Schemidt, ha reclamado "claridad" y "sinceridad" a la hora de hacer fotoperiodismo frente a los casos de manipulación de fotografías, en los que "se quitan y ponen objetos" para hacer "más limpia la escena" alterando la realidad de lo que "de verdad está ocurriendo" y causando "problemas en algunos premios".

   "La manipulación de objetos que molestan en la imagen es demasiado. Cambiar la escena es terrible. Si vamos a hacer fotoperiodismo hay que contar lo que pasó. Puedo quitar lo que molesta y hacerlo más limpio, pero no estaría contando lo que pasó y lo que ví", ha expresado el venezolano en un encuentro con los medios este miércoles 25 de abril en Madrid.

   Schemidt, fotógrafo de Agence France-Presse, ha sido galardonado por su fotografía a cuadro completo 'Venezuela Crisis', tomada con un objetivo 50 milímetros -lo más parecido al ojo humano-, y que muestra la imagen del manifestante José Víctor Salazar envuelto en llamas en medio de violentos enfrentamientos con la Guardia Nacional durante una protesta contra el presidente Nicolás Maduro en Caracas (Venezuela).

   El fotógrafo ha relatado que el altercado se produjo debido a la explosión del tanque de gasolina de una motocicleta de la Guardia Nacional Venezolana debido a un golpe no intencionado de alguno de los manifestantes. Asimismo, ha precisado que Salazar sobrevivió pero presenta quemaduras del primer y segundo grado en el 70% de su cuerpo y "no quiere hablar con nadie ni ver la foto", según ha ido informado su hermana.

   "Yo estaba de espaldas en ese momento. Sentí la explosión me dí la vuelta y sin saber quien estaba en el fuego vi lo que estaba pasando y fotografié una serie", ha narrado para añadir que "debido a años de experiencia" tuvo la intuición de que "ahí iba a pasar algo". A su juicio, cuando un fotoperiodista está metido en este tipo de cobertura "tiene que estar preparado e ir imaginando donde pueden ocurrir las cosas".

   Para él, se trata de una foto polémica puesto que "la gente saca conclusiones y se imagina cosas sin haberse informado". "Tengo poco recuerdo de lo que pasó, solo recuerdo los gritos y el miedo. Era una manifestación contra el gobierno y empezaron a culpar del altercado al ejército, a nosotros nos amenazaron con quitarnos los equipos", ha contado.

   En este sentido, precisa que cuando mandó la foto a las oficinas de la agencia sintió la responsabilidad de contar como había sucedido todo -una moto de la Guardia Nacional Venezolana que al ser golpeada explota- para "cumplir" y no crear confusiones ni "malas interpretaciones".

RESPONSABILIDAD DE LA SOCIEDAD DE INFORMARSE

   "Nosotros como fotógrafos tenemos que saber la gran responsabilidad que requiere nuestro trabajo. Nosotros vamos, hacemos la foto y explicamos lo que ha sucedido. Pero hay que tener claro que en el momento en el que la foto sale al servicio cualquiera la puede tomar y es cuando empieza el problema de las interpretaciones", ha lamentado.

   Por ello, para él es importante que se tenga en cuenta que "la sociedad también tiene la responsabilidad" de averiguar que pasó detrás de la foto y cual es la verdadera historia.

   "Yo hice la foto y expliqué lo que pasaba. Todos somos responsables en esta sociedad de saber y de no coger un teclado y criticar, juzgar o culpar a alguien sin haber leído la historia. Hay mucha gente que me escribe llamándome mala persona y diciendo que ese muchacho murió. Busca la información y te saldrá la historia, y entonces podremos hablar", ha declarado para añadir que esto debe ser así "con todas las noticias" para combatir también el fenómeno de las "fake news".

   Preguntado por si hoy en día puede todo el mundo ser foto periodista con sus teléfonos móviles, Schemidt ha señalado que lo que marca la diferencia es que el fotoperiodista tiene la responsabilidad de contar toda la historia de lo que ha ocurrido y ponerlo en contexto. "El móvil es una gran herramienta puesto que siempre lo llevas encima, pero sacar la foto y ya está no es periodismo", ha dicho.

"NIVEL DE VIOLENCIA INCREÍBLE"

   En este contexto, ha añadido que en este tipo de conflictos los fotógrafos trabajan bajo un "nivel de violencia increíble" y que tras la toma de estas fotografías decidió cambiar su estrategia de trabajo, "tener más cuidado" y "no traspasar la línea" para acabar siendo la víctima. "Este tipo de cobertura termina siendo una bomba de adrenalina, pero hay que tener cuidado", ha aseverado.

   "La Guardia Nacional ataca por igual a periodistas y manifestantes", ha señalado para añadir que "era una batalla desigual impresionante", incluso con bloqueos de 24 horas con zonas de la ciudad tomadas totalmente por los manifestantes.

   Por último, el venezolano ha resaltado que cuando se anunció el premio, se lo dedicó a sus compañeros fotógrafos que trabajan tanto en Venezuela como en México. "Son dos países que con una violencia y un peligro diferentes, son muy difíciles para la prensa", ha concluido.