BUENOS AIRES, 11 Ene. (Notimérica) -
La Justicia argentina pudo acceder a la información recogida en el teléfono móvil de Fernando Pastorizzo, el joven novio de Nahir Galarza que fue presuntamente asesinado por ella el pasado 29 de diciembre.
Entre la información que contenía el teléfono se encontraron varias conversaciones que mantuvo con un amigo a través de la aplicación de mensajería WhatsApp. En los chats, el joven le explicó a su amigo que la noche del 24 de diciembre Nahir le golpeó, junto con una amiga, en la puerta de una fiesta en la que se encontraban.
"Me agarraron de los pelos, me empezó a dar la cabeza contra la pared y ahí casi me desmayo. (...) Y lo peor que se metieron con mi familia a decir de todo mal, cosas horribles y ahí me largué a llorar y no me dejaba ir por el vídeo. Lo borré y tampoco me dejaba porque decía que iba a hablar. Le juré que no. (...) Y me decían que si hablaba iban a salir a decir que yo les pegué", relató el joven a su amigo en la conversación que la Justicia argentina consiguió encontrar.
La amiga de la acusada de asesinato, Sol Martínez, declaró ante la Justicia que efectivamente esos hechos tuvieron lugar en una discoteca la madrugada del 25 de diciembre, antes de que ella los dejara solos. Además Martínez publicó también a través de las redes sociales una captura de pantalla donde se evidencia que ella no estuvo presente en la posterior discusión entre ambos jóvenes en casa de Galarza.
Así, la estrategia de defensa de Galarza, que pretendía probar que Pastorizzo había actuado violentamente contra ella anteriormente, pierde cada vez más consistencia y las pruebas de su culpabilidad se acumulan en su contra. En la captura publicada por su amiga se ve cómo le cuenta que Pastorizzo, después de la pelea en la discoteca, fue a su casa y le "rompió la cabeza" (en argentino, que discutieron, pero verbalmente) y tras eso Pastorizzo "se fue".
Estas investigaciones son cruciales para el caso ya que, de confirmarse que Galarza actuó con premeditación y alevosía y que su novio nunca había ejercido la violencia contra ella, podría enfrentarse a cadena perpetua, limitada en Argentina a un máximo de 35 años de cárcel.
LOS CHATS DE PASTORIZZO Y SU AMIGO
