BUENOS AIRES, 19 Ago. (Notimérica) -
Los lienzos del pintor argentino Benito Quinquela Martín, reflejan una ciudad de barcos, estibadores y personas de todas partes del mundo. La Boca es la principal zona turística de Buenos Aires, pero también una de las localidades más humildes que año a año se vuelve tan precaria como expulsiva, especialmente desde 2012, cuando se creó el Distrito de las Artes y creció la especulación inmobiliaria.
Este proceso se ha agudizado con los constantes desalojos e incendios, con un índice de aproximadamente 300 al año. En el último año se registró en el barrio un promedio de tres personas desalojadas por día; y entre febrero y marzo fueron expulsadas de sus hogares dos familias cada 24 horas, como recoge el diario 'Tiempoar'.
La representante del Grupo de Vivienda y Hábitat en 'La Boca Resiste y Propone' --una red multisectorial que reúne organizaciones del barrio--, Natalia Quinto, junto al Observatorio del Derecho a la Ciudad (OCD) denunciaron que en los últimos 12 meses fueron expulsados 1106 vecinos.
INCENDIOS FRECUENTES
Además de los desalojos, La Boca atraviesa una grave crisis residencial que se ha evidenciado con los incendios de las viviendas de chapa y madera, unos 300 al año, y que se ha cobrado víctimas de todas las edades, de acuerdo a una información del diario 'El País'.
Mediante un amparo, la justicia porteña ordenó al gobierno local y al Instituto de la Vivienda (IVC) que se otorgue "adecuada e inmediata satisfacción a los requerimientos económicos y materiales" de aquellos damnificados por el incendio en un conventillo --tipo de vivienda urbana colectiva-- de La Boca, ocurrido el mes pasado. Son 30 las familias las que acampan en la calle en la espera de un subsidio.
La jueza de lo Contencioso, Administrativo y Tributario, Patricia López Vergara, señaló que "la situación de emergencia en la que se hallan obliga a la toma de decisiones urgentes con miras a paliar la dramática desigualdad existente entre quien tiene demasiado y quien no tiene nada".
GENTRIFICACIÓN CULTURAL
Un factor clave que ha agravado el declive de La Boca es la llamada 'gentrificación' donde las grandes inmobiliarias pretenden hacerse con terrenos con gran valor potencial y que hoy todavía cuestan miles de dólares.
Pero las industrias encuentran como obstáculo la resistencia de las familias que habitan en el lugar, cerca de 20 por conventillo --sin títulos de propiedad-- por lo que los desalojos son cada vez más frecuentes. El tema ha alcanzado tal relevancia que en los diarios locales, las compañías publican ofertas de venta de terrenos con la gente aún habitando en ese espacio.
Ante este contexto, el factor histórico que desencadenó la persistente transformación del barrio fue el cierre del puerto, en 1970. Al hecho le siguió la desaparición paulatina de inmigrantes que hizo de La Boca su fama, como albergue de obreros, y el contraste desde la ribera, donde los turistas sacan fotos en veredas limpias, mientras que a unos metros hacia el interior del barrio, la pobreza: personas echadas en plena acera o en la entrada de algún comercio, están a la espera de algún bocado.
LA BOCA
En el barrio residen cerca de 45.000 personas. Los 400 conventillos que aún se mantienen en pie surgieron a finales del siglo XIX como una respuesta a las decenas de familias de inmigrantes italianos que necesitaban un techo. Las casas fueron levantadas con vigas, planchas de madera y chapas que las familias sacaban de los barcos que flotaban en la gran bahía ribereña.
Caminito es el epicentro turístico del porteño barrio. Se ubica en la desembocadura del Riachuelo en el Río de la Plata. Entre otras razones, el barrio es conocido por albergar el famoso estadio de Boca Juniors, 'La Bombonera'.
Hoy, las antiguas casas en las que se habitaban decenas de familias de inmigrantes se han convertido en restaurantes, galerías comerciales y talleres de artesanos. Las calles han sido tomadas para las terrazas de los restaurantes en las que se baila el famoso tango argentino.