Actualizado 21/07/2017 07:19

¿Qué significa ser mujer afrodescendiente en Iberoamérica?

Mujer afrodescendiente
NOTIMÉRICA

El 25 por ciento de la población total de la región es afrodescendiente, lo que representa cerca de 200 millones de personas

   MADRID, 21 Jul. (Notimérica) -

   En Iberoamérica ser una mujer afrodescendiente conlleva enfrentar las dificultades derivadas del machismo, sexismo y cultura patriarcal de las sociedades, así como los estereotipos que vinculan a la mujer afrodescendiente al trabajo doméstico o sexual, según indica el estudio 'La agenda del activismo de las mujeres afrodescendientes en América Latina', elaborado por la Organización de los Estados Americanos (OEA).

   De acuerdo al informe, en la región la población afrodescendiente alcanza un 25 por ciento de la población total, lo que representa cerca de 200 millones de personas. La mayoría de estas se encuentran en situación de vulnerabilidad, como consecuencia de la pobreza, el subdesarrollo y la exclusión social.

   Para llevar a cabo este estudio se realizaron entrevistas en profundidad con 15 organizaciones de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guatemala, México, Perú, República Dominicana y Uruguay que trabajan las problemáticas de las mujeres afrodescendientes desde distintas aristas y estrategias.

¿DE QUÉ PAÍS ERES?

   Las mujeres entrevistadas de Argentina y México manifestaron sentir una fuerte violencia simbólica cada vez que se les pregunta por su nacionalidad por el simple hecho de ser "negras". Frases como ¿de qué país eres? es el común denominador entre los países de la región, ya que no se reconoce que una persona puede ser argentina o mexicana y afrodescendiente.

    En Perú se pone de manifiesto el denominado 'turismo sexual', un mal que prevalece en las comunidades afroperuanas, y en muchos casos se trata de adolescentes. En la comunidad de Ica, uno de los departamentos con mayor población afrodescendiente, se dan los mayores índices de VIH a nivel nacional, lo cual pone en manifiesto el alto índice de vulnerabilidad de esta población, según señala el informe.

   Pero la situación en Ecuador es diferente, la mujer negra se identifica como 'pro-activa y alegre', mientras que en Guatemala existe un doble sentimiento: por un lado, se posiciona la mujer afrodescendiente como una persona poseedora de historia y por otro, se retoma la idea del no reconocimiento por parte del Estado de la presencia afrodescendiente en el país, la discriminación y los prejuicios raciales.

   

LA DESIGUALDAD NO ES INEVITABLE

El estudio apunta a que los grupos sociales buscan un nuevo paradigma de desarrollo en Iberoamérica que combine inclusión social, sostenibilidad ambiental y dinamismo económico, a través de un pacto político que permita transitar desde una cultura de privilegios --sustendada en la evasión fiscal, la corrupción y en el tráfico de influencias-- a una cultura de igualdad.

   Frente a este panorama, en 2001 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó la Declaración y el 'Programa de Acción de Durban', reconociendo la situación de los afrodescendientes, la historia de la esclavitud, y contribuyó a que los Estados reconocieran la situación y empezaran a diseñar políticas públicas.

   

PASADO HISTÓRICO

   Los estados europeos que colonizaron el territorio iberoamericano trajeron consigo el tráfico de esclavos. Este hecho en los últimos dos siglos ha tenido especial repercusión en Haití. Más de 15 millones de hombres, mujeres y niños durante 400 años fueron víctimas de la trata trasatlántica de esclavos.

   A diferencia de otros grupos --como los indígenas-- la comunidad afrodescendiente es menos estudiada en el ámbito académico, salvo donde representa una parte considerable de la población total. Sin embargo, Brasil ha mostrado un cambio significativo, ya que se han incluido contenidos sobre la historia de África y de los pueblos indígenas en los currículos escolares.