Actualizado 18/01/2017 07:27

La temprana iniciación sexual, el origen de los embarazos adolescentes en Iberoamérica

Mujer embarazada, embarazo, adolescente.
FLICKR//LKONSTANSKI

   MADRID, 18 Ene. (Notimérica) -

   En pleno siglo XXI, el embarazo en adolescentes sigue siendo uno de los problemas globales más graves de Iberoamérica, territorio que se sitúa como la tercera región con mayor número de mujeres embarazas entre los 15 y los 19 años, por detrás de África y del subcontinente indio. En la actualidad, se registra una media de 72 casos por cada 1.000 mujeres en esta franja de edad.

   Este fenómeno no encuentra su origen en las elevadas tasas de matrimonio infantil, como es el caso de la India y de muchos países africanos, sino en la temprana edad a la que las adolescentes iberoamericanas inician su vida sexual y el alto número de violaciones.

   Es especialmente relevante el caso de República Dominicana, Nicaragua y Guatemala, los países más afectados en materia de embarazo adolescente, donde la cifra aumenta, hasta situarse entre los 80 y los 100 embarazos por cada 1.000 adolescentes.

   En el caso de Nicaragua, el 28 por ciento de las mujeres son madres antes de cumplir los 18 años. Este escalofriante dato se explica por la violencia sexual que impera en el país. Según las cifras del Instituto de Medicina Legal, de las 6.000 violaciones que se registran al año en Nicaragua, el 88 por ciento tuvieron como víctima a una adolescente.

   Otro de los factores que agrava la situación de estos tres países son las legislaciones tremendamente restrictivas con respecto al aborto, entre las más prohibitivas del mundo. Esta intervención no está permitida en ningún caso, ni siquiera violación, malformaciones del feto incompatibles con la vida o riesgo de muerte de la madre.

   El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) añade como factor fundamental del alto nivel de embarazos en adolescentes la extremada sexualización que impera en la sociedad iberoamericana. Este aspecto es muy relevante, sobre todo en aquellos sectores de la población con menores niveles educativos, ya que agrava tanto la iniciación sexual temprana --sin la preparación necesaria para prevenir el embarazo-- como la violencia sexual.

LAS SOLUCIONES

   A pesar de los elevados datos, la tasa de embarazo infantil ha disminuido en la región desde los años 70, sobre todo por la expansión de diferentes métodos anticonceptivos.

   Aunque en la mayor parte de los casos los adolescentes pueden acceder a estas barreras, la temprana edad a la que inician su vida sexual les hace tener un mayor desconocimiento del tema o, en su caso, utilizar los anticonceptivos de forma errónea.

   La solución a la lacra de los embarazos adolescentes en la región pasa, sobre todo, por implementar políticas de educación sexual en los centros de enseñanza para que los jóvenes se encuentren informados de los métodos de los que disponen y conseguir desvincularlos de la cultura erotizada de la región, así como trasmitir un completo rechazo a la violencia sexual.

   Otras medidas fundamentales para solucionar este problema pasan por facilitar el acceso a los métodos anticonceptivos de aquellos sectores de la población más vulnerables, invertir en unos servicios médicos eficientes y crear incentivos para la escolarización femenina, mediante becas y subsidios, para que las jóvenes puedan contemplar otras opciones, no solo la maternidad.