Actualizado 27/02/2017 09:18

Los tesoros mejor conservados de la arqueología en Centroamérica

Riqueza Arqueológica Centroamérica
WIKIMEDIA
     

   MADRID, 26 Feb. (Notimérica) -

   Centroamérica es un territorio rico en zonas arqueológicas que a lo largo de su historia han ido dejando huella gracias al legado de las civilizaciones que allí habitaron.

   Esta región estaba densamente poblada cuando llegaron los europeos, por lo que varias culturas se desarrollaron en ella. Siendo un espacio de tránsito poblacional, los grupos que se asentaron en este territorio pertenecieron a las zonas culturales precolombinas de Mesoamérica y de América circuncaribeña tales como los pueblos lencas, pipiles, kunas, chortíes, jicaques, payas, chorotegas, nasos y bribris, que han habitado el subcontinente durante milenios.

   Entre las familias precolombinas asentadas en el territorio destacan los mayas: habitantes de una vasta región que se ubicaba geográficamente en el territorio sur de México, Guatemala, la zona occidental de Honduras y otras zonas de Centroamérica. Además, es importante su presencia e influencia en los actuales territorios de Guatemala, Honduras y en departamentos en el norte de El Salvador, con una rica historia de aproximadamente 3.000 años.

   Es por ello que la riqueza arqueológica centroamericana permanece latente en estos países entre los que podemos encontrar maravillas como las ruinas de Copán en Honduras, las primeras carreteras del mundo maya en Guatemala y Nuevo Lourdes en El Salvador.

RUINAS COPÁN

   La historia que representan hallazgos como los restos arqueológicos de Copán, en Río Amarillo (Honduras) no solo ofrecen datos de la existencia de las comunidades que allí vivieron, sino que dotan de una identidad y valor propios a las naciones centroamericanas.

   Estas ruinas, que son Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), son conocidas por ser la antigua capital de un reino maya entre los siglos V y al IX.

   Palacios, plazas, monumentos y estelas son algunos de los elementos que se pueden observar en este lugar donde los mayas plasmaron su huella y que a día de hoy se pueden observar en el parque arqueológico Ruinas de Copán.

RUINAS COPÁN

   Al oeste de las principales ruinas de Copán se encuentra el parque Arqueológico Río Amarillo, un descubrimiento paulatino de los últimos años que mantiene un grupo de expertos centroamericanos y europeos trabajando en las excavaciones.

   Tras las labores de excavación y acomodación de las piedras de la colina por parte de los arqueólogos, los especialistas intentan resolver el principal enigma acerca del por qué de la desaparición de los mayas.

RUINAS COPÁN

   Las pruebas han demostrado que la extinción de este pueblo se debió a una migración. Nunca volvieron a la zona, ya que los edificios son piezas inacabadas y las herramientas que fueron utilizadas se encuentran dispersas.

   Las investigaciones fueron realizadas por el Instituto Integral para el Desarrollo de Honduras, organismo que logró determinar que la población se organizaba en 26 asentamientos ubicados en 35 hectáreas, las cuales contenían entre seis y 12 viviendas cada uno, según el relato del arqueólogo guatemalteco Edy Barrios.

CARRETERAS DEL MUNDO MAYA

   Otra de las maravillas de la región son las carreteras del mundo maya, que forman parte de la Reserva de la Biosfera Maya de Guatemala, considerada la mayor reserva de selva tropical de América.

   En este área se realiza el Proyecto Arqueológico Cuenca Mayor, que recientemente descubrió la primera red de carreteras de esta civilización. Con este hallazgo se ha confirmado que Guatemala podría ser la cuna de esta cultura, según expresó el director del programa, Richard Hanse.

   Con una longitud de más de 240 kilómetros, se estima que estas carreteras eran utilizadas para el transporte de mercaderías. Este descubrimiento, único, aporta detalles que no se habían identificado hasta el momento en ninguna otra zona de Centroamérica.

NUEVO LOURDES

NUEVO LOURDES 

  En el asentamiento arqueológico Nuevo Lourdes en El Salvador, situado en el departamento de La Libertad, se descubrieron restos de la vida cotidiana de la época prehispánica, según detalló el director de Arqueología de la Dirección de Patrimonio Cultural de la estatal Secretaría de Cultura, Shione Shibata.

   Estos descubrimientos están ligados con la vida cotidiana, ya que no se trata de lugares ceremoniales ni restos de pirámides. Los primeros hallazgos fueron descubiertos por un grupo de obreros que encontraron ofrendas y una sepultura, así como distintos fragmentos de cerámica, piedra y obsidiana --roca volcánica vítrea, de color negro o verde muy oscuro con la que los indios americanos hacían armas cortantes, flecha y espejos--.

   Asimismo, El Salvador cuenta con increíbles Parques Arqueológicos como el de Tamuzal, situado en el corazón de Chalchuapa, en el departamento de Santa Ana. Se trata del primer parque arqueológico del país y se encuentra entre los más antiguos de la región centroamericana.

   Este importante Parque comprende una serie de estructuras que fueron el escenario de un significante y sofisticado asentamiento maya que existió alrededor de los años 100-1.200 d.C. En él se puede disfrutar de un interesante recorrido por sistemas de drenaje de aguas, tumbas, pirámides y templos.