Actualizado 06/05/2016 19:14

Venezuela lucha contra los cortes de luz y de agua

Children fill plastic containers with water
REUTERS
  

   CARACAS, 6 May. (Reuters/Notimérica) -

   Los habitantes de Puerto Ordaz, una ciudad en el sur de Venezuela, disfrutan de la maravillosa vista de los ríos Orinoco y Caroní y se encuentran próximos --a media hora en coche-- a una de las centrales hidroeléctricas más grandes del mundo. Sin embargo, sufren constantes cortes de agua y electricidad.

   Marelis González, dueña de un abasto, es una de los afectados, ya que los cortes de energía apagan sus refrigeradores, y eso provoca que las bebidas se calienten y que la carne congelada se deteriore.

   "Nosotros deberíamos ser a los que menos electricidad nos faltara, al igual que el agua", manifestó la mujer. "Si así estamos nosotros, imagínese los que están más lejos aún".

   Por su parte, Arcelia Leandro de 82 años, tiene que esperar que vuelva la luz y el agua para hacer la comida para sus nietos. "Llevamos así tres meses, con cortes de electricidad y agua todos los días. Jamás hemos vivido una situación como ésta. Horrible", sentencia.

Los problemas en el suministro de agua y electricidad en Venezuela se han ido incrementado en las últimas semanas, otro dolor de cabeza para la nación miembro de la OPEP, que además sufre una recesión económica, la inflación más alta del mundo y escasez de bienes básicos y medicinas.

   Según el Gobierno de Nicolás Maduro, después del colapso de los precios del petróleo, el combustible de la economía, que hundió los ingresos del país en más de la mitad en el último año, y el fenómeno climático de 'El Niño', el país atraviesa una mala racha coyuntural y una muy mala suerte.

¿DE QUIÉN ES LA CULPA?

   Desde la oposición han asegurado que el Gobierno venezolano está usando a 'El Niño' como una excusa para ocultar su incompetente gestión del sector eléctrico: falta de inversión, pobre mantenimiento, corrupción y un fracaso para diversificar El Guri, que proporciona dos tercios de la electricidad de Venezuela y que, a causa del clima, ha registrado un mínimo histórico.

   Maduro fijó en abril un extenso plan de racionamiento que incluye cortes de electricidad por 40 días y dictaminó que los trabajadores públicos sólo trabajen dos días a la semana. Sin embargo, la mayor esperanza del país es el retorno de las lluvias en el sur del país que empezaron a aparecer en mayo.

cortes de luz en venezuela

   En el 2009, por orden del fallecido presidente Hugo Chávez y luego de otra severa sequía, también se racionó la electricidad y el Gobierno invirtió millones de dólares en nuevos proyectos termoeléctricos, precisamente para evitar otra crisis.

   El diputado opositor Stalin González, quien preside la Comisión de Administración y Servicios de la Asamblea Nacional, dijo que han sido adjudicados 21.000 millones de dólares para el sector eléctrico desde el 2010. "¿Qué se hizo durante todo este tiempo?", se preguntó en el parlamento.

Las políticas oficiales de ahorro energético han sido rechazadas rotundamente por la oposición, incluyendo el cierre temprano de los centros comerciales y hasta la sugerencia a las mujeres a que reduzcan el uso de sus secadores de pelo.

   "ES HUMILLANTE"

   En otro lado del país, en una de las barriadas más grandes de Sudamérica situada en Caracas, el servicio de agua potable fue cortado hace un año y siete meses. Desde entonces, los habitantes tienen que pagar cada vez más para conseguir agua.

   Irónicamente el sector se llama 'El Tanque', en honor a un contenedor de agua gigante al tope de la colina que se levanta sobre las casas endebles, pero que ha estado vacío por años.

niños agua

   Los niños van serpenteando las callejuelas cargados de bidones de agua, que los residentes purifican con vinagre y reutilizan para asearse.

   Cuando tienen dinero, las familias se juntan para comprar un camión de agua, pero el precio se ha disparado. Algunos canalizan lluvia desde sus techos hacia los recipientes por medio de tubos de metal.

   Expertos afirman que la falta de agua aumenta los problemas de salud, uno de ellos, la sarna.

   "Somos un país petrolero y mira la pobreza", observó Yunny Pérez, una trabajadora comunitaria de 46 años, quien confesó que solía respaldar a Chávez, pero que ahora está desconforme con Maduro y cambió su apoyo hacia la oposición.

   "Yo me siento abandonada. Es una humillación. Esto no es vida", añadió Pérez, explicando que su familia ahora tiene que tomar decisiones dolorosas entre el gasto en agua o medicamentos para un niño con discapacidad. "O es el agua, o es el niño".