Actualizado 05/07/2015 13:52

La violencia de los cárteles acaba por error con la vida de un niño de 7 años

Violencia En El Estado Mexicano De Tamaulipas
Foto: REUTERS/STRINGER MEXICO

   MÉXICO DF, 3 Jul. (Notimérica) -

   Kevin Medina, de 7 años de edad, ha fallecido en el hospital tras el disparo en la cabeza que recibió el pasado 30 de junio, cuando un presunto grupo de criminales tiroteó contra un convoy militar y que por error alcanzó al vehículo de un particular en la ciudad norteña de Matamaros, estado de Tamaulipas, caracterizada por la fuerte presencia de los cárteles de narcotráfico.

   Medios locales han informado que la salud del menor era crítica y que tras las cirugía y coma inducido, el niño no pudo soportar la dureza de las heridas, según afirma un funcionario de Tamaulipas.

   El niño viajaba el martes con su padre, Baltazar Medina, y hermana de 13 años en su automóvil, cuando supuestos integrantes de la delincuencia organizada comenzaron a disparar contra un convoy de la Secretaría de la Defensa Nacional que transitaba por Matamoros, limítrofe con Brownsville (Texas), según indicó el Grupo de Coordinación de Tamaulipas.

   Los civiles armados viajaban en una camioneta Nissan Murano y al percatarse de la presencia del personal militar --en torno a las 13:00 horas--, asociaron que se les atacarían. En un intento de escape, golpearon a otros vehículos e intercambiaron disparos con las autoridades con el balance final ya descrito.

   "Todo fue muy rápido y confuso, escuché los disparos pero no supe de donde provenían, solamente le dije a los niños que se agacharan, pero el pequeño inquieto quería ver qué estaba pasando y se presentó la fatalidad", detalló entre sollozos Baltazar Medina, padre del joven fallecido, durante una entrevista con 'Breitbart Texas'.

   Desde 2010, Tamaulipas ha constituido un foco de violencia debido a las disputas por el control del territorio entre los cárteles del Golfo y Los Zetas. Kevin Medina es la última víctima inocente que se ha cobrado la delincuencia organizada en una guerra sin cuartel que se vive en esta frontera y, por ahora, las autoridades desconocen el grupo criminal al que pertenecerían sus atacantes.