Actualizado 05/10/2015 21:59

Científicos no descartan un nuevo megatsunami provocado por un volcán

   MADRID, 5 Oct. (Notimérica) -

   Hace 73.000 años, un volcán colapsó provocando olas de 300 metros de altura en Cabo Verde. La potencia del tsunami fue tan grande que lanzó piedras del tamaño de camionetas que llegaron hasta montañas ubicadas a más de 30 millas de distancia.

   Aunque en principio no hay muchas posibilidades de que tal fenómeno se repita, algunos científicos británicos no descartan que se vuelva a dar un hecho similar.

   El volcán Fogo, ubicado en una de las islas de Cabo Verde, en el océano Atlántico, volvió a estar activo el año pasado. La erupción de noviembre fue, para los sismólogos, la más grande registrada en la isla. Dicho volcán, con 2.829 metros de altura en la actualidad, es uno de los mayores y más activos del mundo, entrando en erupción una vez cada veinte años.

   Según el investigador Ricardo Ramalho, un evento similar al de la prehistoria tendría un efecto devastador. Según dijo, el volcán de la isla de Fogo "se eleva a 2.829 metros sobre el nivel del mar y entra en erupción aproximadamente cada 20 años", por lo que advirtió del peligro existente ya que su erupción indica que el riesgo "no se debe subestimar". "Nuestra sociedad tiene que estar preparada para resistir a una amenaza como esta", aseguró.

   Algunas de las cosas que habría que llevar a cabo es una mejora de los mecanismos para detectar la actividad de volcanes que pudieran desatar estos desastres e investigar más el proceso que lleva a los colapsos de volcanes y a que estos desencadenen tsunamis.

ROCAS DE 770 TONELADAS.

   Los investigadores se toparon con el histórico megatsunami trabajando hace unos años al oeste de Cabo Verde, en Santiago, donde encontraron rocas tan grandes como furgonetas y de hasta 770 toneladas, cuya composición no se correspondía extrañamente con el joven terreno volcánico sobre el que se asentaban.

   Llamaba la atención que estas rocas se encontraban a 600 metros tierra adentro y a 200 metros sobre el nivel del mar, algo que solo una ola de extremada potencia lo hubiera podido provocar.

   Ramalho asegura que hay volcanes en islas del Atlántico y otros lugares que son lo suficientemente altos, empinados y activos para hundirse y desatar un tsunami como el producido miles de años de atrás.

   Aunque no se sabe qué volcán en concreto podría provocar semejante catástrofe, el mismo investigador dice que un ejemplo de una región altamente vulnerable son las Islas Canarias, dado que cuentan con volcanes jóvenes, empinados y activos.