Publicado 01/07/2015 22:11

La sonda Rossetta encuentra grandes socavones en la superficie de un cometa

Socavones superficie cometa
ESA

   NUEVA YORK, 1 Jul. (Reuters/Notimérica) -

   Un cometa que es estudiado por la sonda europea Rosetta presenta enormes socavones en su superficie que son casi tan grandes como para albergar a la Gran pirámide de Guiza de Egipto, de acuerdo con una investigación publicada el miércoles.

   Los científicos sospechan que los pozos --similares a los encontrados en la Tierra-- se formaron tras el colapso de material acumulado en la superficie del cometa, según el estudio publicado por la revista 'Nature'.

   Las cavidades del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, que Rosetta ha estado orbitando desde agosto, presentan unos 200 metros de diámetro y hasta 180 metros de profundidad, mientras que la Gran pirámide de Guiza tiene 230 metros de diámetro y 139 metros de alto.

   Se espera que el descubrimiento ayude a los científicos a mejorar su entendimiento sobre la forma en que los cometas se formaron y evolucionaron.

   "Encontrar los socavones fue una sorpresa total", dijo el físico espacial del Laboratorio de Propulsión de l Naves de la NASA en California, Paul Weissman.

   Se cree que los cometas como 67P se formaron a partir de cuerpos mucho más pequeños compuestos por roca, materia orgánica y hielo. La gravedad suele atraer estos fragmentos entre sí lentamente, dejando numerosos espacios abiertos en su superficie.

   Sobre las razones que llevaron a la formación de socavones, la Estación Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés), plantea varias hipótesis. Una de las posibilidades es que hayan existido desde la formación del cometa, "como resultado de colisiones a baja velocidad".

   Asimismo, otra opción es la "sublimación directa de bolsas de hielo volátiles, como el dióxido de carbono" por debajo de la superficie debido al calor al que los cometas están expuestos cuando se acercan al Sol.

   La semana pasada, la Agencia Espacial Europea extendió la misión de la sonda Rosetta, que terminaba en diciembre, hasta septiembre de 2016.