MADRID, 28 Nov. (Notimérica) -
Maurizio Gucci, heredero de la marca que lleva su apellido, ha vuelto a ser noticia 19 años después de su muerte, porque su ex mujer, Patrizia Reggiani, absuelta ya de la sentencia a 26 años de prisión (reducida a 17 años), ha confesado que mandó que le matasen.
"En aquella época (1995), yo estaba convencida de que alguien como Maurizio no merecía vivir". Cuando le preguntan el motivo que la condujo a ordenar a un sicario que matase a su ex marido, responde: "Nunca lo contaré", según ha publicado 'Glamour', haciéndose eco de una entrevista realizada por el diario italiano 'Il Giornale'.
Reggiani salió de la prisión de San Vittore, en Milán, en septiembre de 2013, donde cumplió parte de su pena. La ex mujer de Gucci ha explicado: "Yo y Maurizio nos amábamos mucho. Él me pedía mi opinión en todo en la empresa. Todos los archivos de la marca están guardados en mi mente, si estuviesen en mis manos, sabría qué hacer. No veo feminidad en las marcas hoy en día".
Pero lo cierto es que Reggiani nunca trabajó y antes de ir a la cárcel, consiguió un empleo en la marca de accesorios Bozart, por el que le pagaban unos 1.900 reales brasileños al mes (unos 740 dólares), lo que la obligó a vivir con su madre, olvidando así todo el lujo del que había disfrutado con Gucci. La pareja había estado casada durante 15 años y se separaron en 1987, Gucci fue asesinado en 1995.
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