El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y el del Congreso, Diosdado Cabello
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CARACAS, 26 Jun. (Notimérica/EP) -

   Desde que estallaron los disturbios en Venezuela el pasado 12 de febrero la crisis política que atraviesa el país ha acabado dividiendo no sólo a una oposición que se debate entre varias caras dentro de la coalición de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), sino también al propio Gobierno, donde algunos empiezan a cuestionar abiertamente el liderazgo de Nicolás Maduro sin importar las consecuencias.

   El Ejecutivo venezolano no pasa por sus mejores momentos tras la expulsión de Héctor Navarro como miembro de la dirección del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) por su apoyo al también destituido exministro de Planificación Jorge Giordani, que criticó abiertamente el liderazgo de Maduro a través de una carta.

   En tiempos de crisis las dudas comienzan a surgir y quizás no sean de ayuda para el seno del partido oficialista las encuestas de los últimos meses que hablan de que si se realizaran ahora elecciones presidenciales una mayoría votaría por el dirigente de Primero Justicia, Henrique Capriles. En concreto, una encuesta realizada por Alfredo Keller y Asociados el mes pasado ha revelado que un 45,1 por ciento votaría por el líder opositor, mientras que un 39,3 por ciento votaría por Maduro, según  el diario venezolano 'El Nacional'.

   Como respuesta a todo lo acontecido, Maduro ha instado a compañeros de partido a decidir "de qué lado están" para que quien no le considere lo suficientemente bueno se haga "a un lado" en lo que ha calificado un "tiempo de definiciones" para el Gobierno. Para el mandatario aquellos que se han posicionado en su contra han sido influidos por la derecha venezolana.

   La suspensión de Navarro, un histórico del PSUV que ha sido ministro del fallecido presidente venezolano Hugo Chávez en varias ocasiones desde 1999, se ha producido después de que publicara una carta apoyando las denuncias de Giordani, a pesar de que fue "cuidadoso" con el uso del lenguaje.

   Navarro ha celebrado que con su carta haya conseguido "despertar un interés notable por el tema" y ha destacado los esfuerzos de Giordani por hacerse oír ante Maduro y plantear varias soluciones a problemas desde el año pasado que han sido recibidos con "silencio absoluto".

   Mientras que Navarro ha destacado que "corresponde (al 'chavismo') enfrentarse a temas como "la asignación de dólares a empresas de maletín" y que es necesario fortalecer la revolución con "la verdad, la sinceridad y la transparencia", Giordani lamentó en su carta "la clara sensación de vació de poder en la Presidencia (...) que se aparta de lo construido en los 20 años previos".

   "Desde que Maduro asumió se inició una nueva oleada de grandes gastos sin los requisitos diseñados y con el agravante de los gastos aprobados por el Gobierno, decididos sin estudio previo, improvisados de hecho", criticó Giordani en su carta.

LA MUD, UNA LUCHA POR EL LIDERAZGO

   Las dos almas de la MUD se han hecho aún más evidentes con la actual crisis política. Por un lado, el sector liderado por Capriles, y el mayoritario en la coalición opositora, que aboga por distanciarse claramente de la violencia en la que ha desembocado la movilización estudiantil y reservar la energía para la verdadera batalla: expulsar al 'chavismo' del poder, algo que no será factible hasta 2015, cuando el mandato de Maduro podrá ser revocado.

   "No voy a acompañar atajos que lleven al país a callejones sin salida", ha dicho Capriles, consciente de que la posibilidad de derrocar al Gobierno con la presión de la calle es una utopía que ni siquiera cuenta con el apoyo de la región, por la desestabilización que generaría en vecinos como Cuba o Nicaragua, entre otros.

   Por otro lado, el sector más radical, abanderado por Leopoldo López, actualmente en la cárcel, y María Corina Machado y apoyado por el cada vez más poderoso movimiento estudiantil, que apuesta por fortalecer la protesta para tensar la situación hasta el punto de obligar al Gobierno a convocar a una Asamblea Constituyente con la que podrían acortarse los plazos de revocación presidencial.

   "Hago un llamado al país a mantener y aumentar la presión hasta quebrar la dictadura. Estamos del lado correcto de la Historia. El que se cansa pierde", ha dicho López a través de una serie de mensajes publicados en la red social Twitter desde Ramo Verde.

   La brecha entre estas dos facciones de la MUD ha aumentado a tenor de la insistente invitación del Gobierno a un diálogo que ha recabado el apoyo de toda la comunidad internacional, incluidos las principales organizaciones regionales, Estados Unidos y la Unión Europea.

   López ha llamado a los suyos a no negociar "sin unas condiciones mínimas" en contra de lo dispuesto por la MUD, que ha aceptado dialogar con el Gobierno con la mediación de "un tercero de buena fe", renunciando así a una serie de requisitos previos, como la liberación de los manifestantes detenidos, el fin de la represión de las protestas y el desarme de los grupos civiles.

   Hasta Maduro se ha hecho eco de las fuertes discrepancias en la coalición opositora. "Ahí se están matando. Hay un grupo contra otro, todos contra todos. Se formó la 'sampablera' (tremendo lío) entre esa oposición", indicó.

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