Actualizado 18/04/2014 14:52

Estudiantes escenifican el vía crucis marchando descalzos

Anti-government protesters march barefooted during a protest in Caracas
Foto: CHRISTIAN VERON / REUTERS

CARACAS, 18 Abr. (Reuters/EP) -  

   Los estudiantes venezolanos marcharon descalzos, escenificaron el Vía Crucis y planificaron la quema de efigies del presidente Nicolás Maduro, en un intento por extender durante la Semana Santa las protestas contra el Gobierno de Maduro.

   Las manifestaciones con temática religiosa son las tácticas más recientes en la peor ola de protestas antigubernamentales que ha sufrido el país petrolero en una década y que ha dejado 41 muertos.

   Pero el entusiasmo entre los seguidores de la oposición para protestar en las calles parece estar disminuyendo, con menos cantidad de participantes que en los meses previos y Maduro no parece sentirse amenazado a pesar de sus constantes referencias a intentos de golpe de Estado en su contra.

   "Seremos un poco menos pero seguimos en la calle", dijo la estudiante de derecho Nicole González, mientras marchaba sin zapatos al final de la tarde del miércoles junto a varios cientos de personas en Caracas.

   La estudiante suspendió un viaje que tenía planificado con sus amigos a la turística isla de Margarita para quedarse en Caracas protestando durante el feriado de Semana Santa.

   El jueves, cerca de 500 manifestantes en Caracas escenificaron la tradición cristina del Vía Crucis, que muestra el proceso de crucifixión de Jesús, para representar en cada parada los principales problemas de Venezuela, como la escasez y la criminalidad, entre otros.

   Sin embargo, la policía no les permitió completar las 15 estaciones. Los manifestantes llevaban cruces de madera sobre sus espaldas y la bandera de Venezuela.

   "Esta protesta santa es un Vía Crucis con 15 estaciones que representan los 15 problemas de nuestro país, que nos está llevando a mantenernos en las calles en una lucha pacífica, una lucha activa", dijo Luis Carlos Matos, un líder estudiantil de 24 años.

   Muy cerca, en el municipio Chacao, unas dos docenas de jóvenes con capuchas secuestraron por breves minutos un autobús, dijeron testigos de Reuters. Minutos más tarde, comenzó un enfrentamiento entre manifestantes y policías que duró cerca de dos horas.

   Los encapuchados lanzaron cócteles molotov, mientras que los funcionarios policiales respondieron con gas lacrimógeno.

   Vecinos reportaron en las redes sociales que hubo mucho gas lacrimógeno y que la policía permanecía en Chacao, uno de los municipios de la capital que se ha convertido en un campo de batalla desde febrero.

   Los estudiantes también planean crucifixiones simuladas para el Viernes Santo y la quema de muñecos artesanales e imágenes de Maduro y del segundo hombre más poderoso del gobierno, el presidente de la Asamblea Nacional Diosdado Cabello, en un giro de la costumbre de algunos católicos conocida como la quema de Judas, el discípulo que traicionó a Jesús.

   Simpatizantes del Gobierno, por su parte, planifican quemas de muñecos de líderes opositores.

   Los activistas estudiantiles efectivamente se han separado de la posición moderada del liderazgo de la oposición venezolana, que comenzó conversaciones con Maduro y sus altos funcionarios con el fin de buscar soluciones para desactivar la crisis.

   Dos rondas de conversaciones formales, mediadas por el enviado del Vaticano en Caracas y los ministros de Relaciones Exteriores del bloque sudamericano Unasur, han arrojado pocos resultados concretos aunque han calmado las emociones en todo el país.

   Pese a que ambas partes han acordado formar una comisión de la verdad para analizar los acontecimientos recientes, el Gobierno no se ha adherido a la exigencia de la oposición de otorgar la amnistía a los opositores presos.