Actualizado 08/08/2008 08:28

Bolivia.- Morales fustiga a la oposición a dos días del referéndum

COCHABAMBA/EL ALTO (BOLIVIA), 8 Ago. (Reuters/EP) -

El presidente de Bolivia, Evo Morales, fustigó ayer a la oposición conservadora, acusándola de actuar como una "dictadura civil", y dijo estar seguro de que el electorado ratificará su mandato en un referendo el venidero domingo.

El referendo revocatorio, al que se someterán también ocho de los nueve prefectos regionales, casi todos opositores, debe ser defendido por el pueblo porque consolidará la democracia, aseguró el mandatario en dos discursos en el último día de una campaña señalada por la violencia y por intentos opositores de sabotaje.

Al encabezar la parada militar por el aniversario de las Fuerzas Armadas en Cochabamba -ciudad gobernada por un oficialista pero en un distrito con prefecto opositor-, Morales criticó las violentas protestas de esta semana, como la que impidió un encuentro con los mandatarios de Venezuela y Argentina en la sureña ciudad de Tarija debido al cierre del aeropuerto.

'DICTADURAS CIVILES'

"Lamento mucho ahora que las dictaduras del 60 y del 70 están siendo sustituidas por algunos grupos que toman aeropuertos, que toman cortes departamentales electorales, que balean carros de ministros", indicó Morales en el desfile en el que participaron unos 2.500 uniformados y 2.500 indígenas, vestidos con trajes típicos.

Según sondeos, el primer presidente indígena del empobrecido país sudamericano obtendría suficientes votos en el referendo para permanecer en el poder. El Gobierno apuesta a que la oposición pierda algunos de sus prefectos regionales y se desbloquee una reforma constitucional de corte socialista.

En El Alto, combativa ciudad altiplánica contigua a La Paz, Morales dijo que una última encuesta le pronosticó una victoria con 59 por ciento de los votos, aunque señaló que como ocurrió en varias campañas anteriores su respaldo real será finalmente "15 o 20 por ciento más".

"Yo estoy segurísimo, con esta clase de concentraciones en el altiplano, valles y oriente serán ratificados quienes estamos con las nacionalizaciones (...), pero aquí no está en debate Evo Morales, sino que están en debate dos modelos económicos, la nacionalización o la privatización", afirmó.

"Para los vendepatrias, los neoliberales, este referendo no sólo los revocará sino que los revolcará por la conciencia del pueblo", agregó para festejo de decenas de miles de sus seguidores alteños en su último discurso de campaña. Morales lamentó lo que calificó como "falta de respeto a la democracia, al pueblo boliviano", por parte de la oposición, condenando que "apliquen esta especie de una dictadura civil, atentando contra la democracia".

En menos de dos siglos de vida republicana, Bolivia ha tenido más de 190 golpes de Estado y, en lo que va de esta década, seis presidentes, incluido Morales, quien acaba de cumplir la mitad de su mandato quinquenal.

MÁXIMA TENSION

Esta semana, las protestas han dejado dos muertos y las manifestaciones de activistas civiles autonomistas impidieron al mandatario visitar las ciudades de Tarija, Santa Cruz y Trinidad. "Hago un llamado al pueblo boliviano a defender la democracia", manifestó Morales en Cochabamba, unos 380 kilómetros al sureste de La Paz, antes de presentarse en El Alto.

"El referendo es para que el pueblo boliviano con su voto decida políticas económicas, decida también elegir a sus autoridades por supuesto, pero también que sepa revocar autoridades que no sirven al pueblo boliviano", remarcó. Bolivia parece profundamente dividida entre la región occidental que sigue masivamente a Morales y la oriental -donde se encuentran yacimientos de hidrocarburos y recursos forestales-, cuyos líderes buscan la autonomía para administrar sus recursos y frenar la nacionalización económica promovida por el Gobierno.

El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, aseguró ayer que Bolivia se encuentra en el "umbral de un verdadero golpe de Estado en contra del orden constitucional", en referencia a las protestas de esta semana, en declaraciones reproducidas por la agencia oficial ABI. Durante la parada, los militares aseguraron estar comprometidos con la democracia.

"La convivencia pacífica y en democracia, así como el sistema democrático, no están en discusión", dijo el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Luis Trigo. "Por el contrario, las Fuerzas Armadas somos garantes de la democracia, concepto que incluye el precepto constitucional de garantizar la estabilidad del Gobierno legalmente constituido, sea el actual o cualquier otro que recoja la voluntad del pueblo, que es el gran soberano", añadió el jefe militar.