LA PAZ, 16 Jul. (Reuters/EP) -
La Organización de Estados Americanos (OEA) anunció ayer el envío de observadores al referéndum revocatorio de mandatos del presidente boliviano, Evo Morales, y los prefectos regionales de Bolivia, que se realizará el próximo 10 de agosto.
El envío de la misión de observación electoral de la OEA fue confirmado cuando parecía descartada la posibilidad de un acuerdo político en el Congreso para modificar las reglas del referendo, cuestionadas por sectores de la oposición por ser, supuestamente, muy favorables al mandatario izquierdista.
La Corte Nacional Electoral informó, por su parte, de que además de los enviados de la OEA, espera a observadores de varios organismos internacionales y de Gobiernos latinoamericanos y europeos.
Dante Caputo, secretario de Asuntos Políticos del organismo continental, dijo tras su encuentro con Morales ante los periodistas, que la OEA esperaba desarrollar una "aportación imparcial" a la solución del conflicto político que enfrenta al indígena Morales con varios prefectos regionales.
"Es importante que la OEA sea vista como un espacio de interlocución, no sólo para el Gobierno sino también para todas las fuerzas políticas", afirmó Caputo, quien se encontró previamente con el prefecto de Santa Cruz, Rubén Costas, líder de un movimiento autonómico que desafía al cambio de Constitución impulsado por Morales.
Caputo anunció que el jefe de la misión de observación electoral de la OEA, el ex vicepresidente de Guatemala Eduardo Stein, llegará a La Paz hoy para iniciar su labor, y agregó que, según lo establecido en la Carta Democrática Interamericana, las misiones electorales de la OEA "se realizan de forma objetiva, imparcial y transparente, y con la capacidad técnica adecuada".
Entretanto, los líderes oficialistas y opositores en el Congreso fracasaron ayer en la búsqueda de un acuerdo para modificar la convocatoria al referéndum, consulta propuesta inicialmente por la oposición y que se realizará bajo normas fijadas por el Gobierno.
La alianza derechista, Poder Democrático Social (PODEMOS), que aprobó sorpresivamente en mayo la convocatoria oficialista al referendo, intenta, desde la semana pasada, cambiar las reglas del proceso.
Según la convocatoria vigente, el presidente o los prefectos perderán su respectivo mandato si los votos en su contra superan en número y en porcentaje a los sufragios con que fueron elegidos en diciembre de 2005.
Esto significa que Morales será revocado si los votos en su contra suman al menos 54 por ciento, pero los prefectos podrían caer si sus detractores suman menos al 50 por ciento.