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BRASILIA, 24 Nov. (EUROPA PRESS) -
El ex presidente del Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil José Genoino, condenado por la trama de corrupción política del 'mensalao', ha salido este domingo del Instituto del Corazón del Distrito Federal, donde ha estado ingresado los últimos cinco días por un amago de infarto.
Genoino ha salido alrededor de las 18.30 (hora local) del centro sanitario en un coche con los cristales tintados para dirigirse a la casa de una de sus hijas en Brasilia, según ha informado la cadena brasileña O'Globo.
El Instituto del Corazón del Distrito Federal ha explicado, en un comunicado oficial, que Genoino "ha experimentado una mejoría en los niveles de presión arterial y en los parámetros de coagulación sanguínea".
Así lo ha determinado la junta médica que examinó ayer al diputado federal. El presidente de este grupo de facultativos, el profesor de la Universidad de Brasília (UnB) Luiz Fernando Junqueira Júnior aclaró que se trataba de "un procedimiento estrictamente médico".
El pasado jueves, el presidente del Tribunal Supremo Federal (TSF), Joaquim Barbosa, otorgó el arresto domiciliario u hospitalario provisional a Genoino. Ahora, tendrá que decidir si se lo concede con carácter permanente debido a su delicado estado de salud.
Hasta que Barbosa se pronuncie, Genoino tendrá que cumplir con ciertas condiciones, entre las que destacan la prohibición de abandonar la casa de su hija en Brasilia, dar entrevistas, llevar armas y beber alcohol, de acuerdo con su abogado, Claudio Alencar.
La defensa del ex presidente del PT ha alegado en numerosas ocasiones el delicado estado de salud de su cliente. El pasado mes de julio, se sometió a una intervención quirúrgica por sus problemas de corazón.
Genoino se entregó voluntariamente a la Policía Federal el pasado fin de semana en cumplimiento de la orden dictada por el alto tribunal para la entrada en prisión de doce condenados por el caso 'mensalao', en ejecución de las sentencias.
EL 'MENSALAO'
Con este nombre se conoce al mayor caso de corrupción de la historia de Brasil, que consistió en la compra de votos por parte del PT a congresistas de partidos políticos afines para garantizar su apoyo al Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva en la sede legislativa.
El conocido como 'juicio del siglo' consiguió sentar en el banquillo a 38 personas, entre ex ministros, ex congresistas, banqueros y empresarios, por corrupción, peculado, blanqueo de capitales, evasión de divisas y organización criminal.
Lula, que nunca llegó a ser imputado, negó en todo momento que conociera la existencia de esta red de compra de votos, a pesar de lo cual pidió perdón, consiguiendo la reelección en los comicios presidenciales de 2006.