RÍO DE JANEIRO, 17 Jun. (Reuters/EP) -
El presidente de Brasil, Luiz Inácio 'Lula' da Silva, expresó hoy su "indignación" por el caso de un grupo de soldados que entregó a tres jóvenes a narcotraficantes de Río de Janeiro, para que los asesinaran, informó hoy la Presidencia brasileña.
El mandatario fue informado durante el fin de semana por el ministro de Defensa, Nelson Jobim, antes de que éste se trasladara a Río de Janeiro para seguir de cerca las investigaciones que involucran a once efectivos del ejército, uno de ellos con rango de teniente.
Los soldados fueron detenidos por orden de la Justicia después de que el sábado entregaron a los jóvenes a una banda de narcotraficantes, que supuestamente les torturó y asesinó a balazos para posteriormente tirar sus cuerpos a un basurero de la ciudad.
El incidente provocó una fuerte reacción de habitantes de la favela Morro da Providencia, en el centro de Río de Janeiro, los cuales protagonizaron choques con el Ejército durante el fin de semana.
Tres de los detenidos, uno de ellos el teniente, admitieron haber entregado a las víctimas a narcotraficantes de la favela Morro da Mineira como castigo porque los habían "ofendido", indicó el comisario de policía Ricardo Dominguez.
Jobi, quien también ejerció como ministro de Justicia brasileño, mostró su "indignación" por la actitud de los miembros detenidos de las Fuerzas de Seguridad e instó al Poder Judicial a reaccionar para "cohibir conductas de esa naturaleza".
El comisario Domínguez señaló hoy que los soldados detenidos que participaban en una extraña misión del Ejército en Morro da Providencia, podrían estar relacionados con una banda delictiva acusada de los asesinatos. "Hay fuertes indicios de que los militares tenían contacto con los narcotraficantes de Mineira, ya que lograron entrar y salir de la favela sin ser confrontados, sin problemas," dijo el comisario a periodistas.
Los soldados formaban parte de una misión militar excepcional que brinda seguridad a un proyecto de obras sociales en el Morro da Providencia.
Habitualmente, las Fuerzas Armadas de Brasil no participan del combate a las bandas de narcotraficantes que dominan numerosas de las más de 600 favelas de Río y a las que la Policía apenas ingresa en grandes operativos de corte militar. Los soldados han dado su apoyo a la seguridad de la ciudad en algunos momentos especiales, como en elecciones, y los expertos sostienen que no están capacitados para desarrollar una complicada acción policial en las favelas.