Cárcel brasileña en la ciudad de Sao Paulo (2006).
Foto: REUTERS

SAO PAULO, 8 Ene. (EUROPA PRESS) -

   La Policía Militar del estado de Maranhao, en el noreste de Brasil, ha llegado a un acuerdo con los propietarios de las gasolineras para prohibir la venta de combustible en galones con el fin de evitar nuevos ataques a autobuses, dificultando así el acceso de los alborotadores a productos inflamables.

   Desde los últimos días de diciembre, el estado sufre una ola de violencia promovida por facciones criminales que controlan los centros penitenciarios.

   Hasta el momento, se han registrado 62 presos muertos. En un vídeo enviado por los reos al diario 'Folha de Sao Paulo', éstos muestran los cuerpos de sus compañeros decapitados por pertenecer a bandas rivales. Además, una niña de seis años murió a causa de las graves heridas sufridas en el incendio de un autobús.

   Los posibles causantes del incendio del autobús están en poder de la Justicia. Según el secretario de Estado de Seguridad Pública, Aluísio Mendes, la orden para que los autobuses fuesen incendiados y para que las comisarías fueran atacadas por bandas, salió del Complejo Penitenciario de Pedrinhas.

   El pasado domingo, el secretario informaba de que se estaba reforzando la vigilancia, "incluso en las paradas de autobús" y de que había "policías dentro de algunos autobuses", pero concluía que, al ser una ciudad tan grande, no se pudo evitar que dos vehículos fuesen incendiados.

   Ante los ataques, el Gobierno de Maranhao decidió enviar un informe al Ministerio Público, detallando todas las medidas llevadas a cabo en los últimos años para dar solución a los problemas identificados en el Sistema de Prisiones, desde el inicio de la gestión de Roseana Sarney, gobernadora del estado.

   En el informe hay medidas como la ampliación del número de vacantes en el sistema carcelario, con el detalle de cada unidad en reforma y en construcción, e inversiones antes y después de ser decretada la situación de emergencia el pasado mes de octubre, cuando el Gobierno solicitó ayuda a la Fuerza Nacional para garantizar la seguridad en el Complejo Penitenciario de Pedrinhas.

   Los costes del Gobierno de Maranhao para estas medidas sobrepasan los 131 millones de reales y las obras ya están siendo ejecutadas o en fase de contratación, tal y como informa el portal del Gobierno de Maranhao.

LA CUARTA MAYOR POBLACIÓN CARCELARIA

   De acuerdo con el informe del Consejo Nacional de Justicia, divulgado en 2013, Brasil posee la cuarta mayor población carcelaria del mundo, por detrás de Estados Unidos, China y Rusia.

   Cerca de 550.000 personas, según cifras del CNJ, están detenidas en Brasil, pero el país solamente tiene plazas para acoger a poco más de 300.000, según la web de la Cámara de Diputados.

   Por otro lado, el Forum Brasileño de Seguridad Pública, en su Anuario Brasileño de Seguridad Pública, señala que las tasas de homicidios en Brasil han variado poco. Entre 2005 y 2012 la tasa de homicidios aumentó desde el 22,5 hasta el 24,3 por ciento por cada 100.000 habitantes.

   De acuerdo con el anuario, en 2012 el índice más alto de homicidios correspondía al Noreste de Brasil, con un 40,4 por ciento, región de la que forma parte Maranhao. Según este mismo informe, la población carcelaria al final de 2012 llegaba a 549.786 presos. De éstos, un 93,8 por ciento estaba en el sistema penitenciario y el 6,2 por ciento restante en custodia de la Policía.

   Esta última cifra representa 34.304 presos en tutela de las policías, situación irregular, conforme la legislación brasileña. Ellos están concentrados en algunos estados, destacando Paraná, con 9.290 presos; Minas Gerais, con 6.058; Sao Paulo, con 4.867; Río de Janeiro, con 2.920; y Maranhao, con 1.176.