BRASILIA, 3 Jun. (Notimérica/EP) -
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, ha accedido a la demanda de la Policía Federal, al ordenar un aumento en los salarios de los uniformados tras una amenaza de huelga general, a pocos días del inicio de la Copa Mundial de Fútbol Brasil 2014.
El Gobierno ha disuelto la medida extrema que pretendían adoptar los uniformados con un decreto que ordena un aumento del 15,8 por ciento a los policías federales, con lo que suspendieron la medida de presión.
Una Copa "segura" es el objetivo de Rousseff, quien este lunes se reunió en Brasilia con el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, y en sus últimas declaraciones ha dicho que Brasil garantizará la seguridad durante el evento mundial.
El incremento salarial decretado por la mandataria significará aproximadamente el desembolso de 156 millones de dólares en el presupuesto del Estado brasileño en materia de seguridad.
Asimismo, Rousseff, antes del conflicto, dispuso el desembolso de 940 millones de dólares para modernizar el armamento y reforzar la seguridad en la ciudades sedes del Mundial, y además contar con unos 170.000 hombres de la Policía Federal apoyados por la Fuerzas Armadas.
Los organizadores han dispuesto que cada una de las 32 selecciones que jugarán el Mundial tendrá asignado un comisario de la Policía Federal que las acompañará desde su arribo hasta dejar el país.
A pesar del aumento salarial a la Policía Federal, efectivos de las policías provinciales no están de acuerdo y se mantiene el peligro de que adopten medidas drásticas para presionar al Gobierno.
Mientras tanto, el representante de la Federación Nacional de Policías Federales, Luis Antonio Boudens, ha declarado: "No vamos a realizar huelgas debido al acuerdo, como por las decisiones del Supremo Tribunal Federal y el Supremo Tribunal de Justicia que las clasificaron ilegales".