Foto: REUTERS
BRASILIA, 11 Ene. (EUROPA PRESS) -
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha asegurado este viernes que sigue "con atención" los problemas de seguridad registrados en Maranhao y, en concreto, la ola de violencia que se ha extendido por las cárceles del estado por enfrentamientos entre bandas, que se han cobrado la vida de, al menos, 62 presos.
En este sentido, ha recordado que el pasado mes de diciembre decidió enviar a la Fuerza Nacional a la zona para apoyar las acciones desarrolladas por el gobierno local. De igual manera, ha señalado que el Ministerio de Justicia ofreció plazas en las prisiones federales para el traslado de los presos, con el fin de evitar una situación de hacinamiento.
Por otro lado, se ha referido a la reunión mantenido el pasado jueves entre el ministro de Justicia, José Eduardo Cardoso, y la gobernadora de Maranhao, Roseana Sarney, en la ciudad de Sao Luis, y ha señalado que la creación del comité de gestión es una medida similar a la aplicada previamente en casos de violencia en Sao Paulo y Río de Janeiro, entre otros, según recoge Agencia Brasil.
La mandataria, que sufre una gripe, no ha viajado hasta el estado de Maranhao y ha seguido los hechos desde el Palacio de la Alvorada. Al final del mes, sin embargo, Rousseff viajará el 22 de enero a Davos, Suiza, para participar en el Foro Económico Mundial y luego asistirá en La Habana, Cuba, a una reunión de la Comunidad de los Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) el día 26. Después, el 31, participará de un encuentro del Mercosur en Caracas, Venezuela.
Cardoso aseguró durante la citada reunión que el Gobierno estatal invertirá un total de 131 millones de dólares (más de 96 millones de euros) para rediseñar el sistema penitenciario. Con este dinero, se potenciarían también "núcleos de la atención a la familia y al preso, con la asistencia social y religiosa", además de una mejora en los controles sanitarios.