RÍO DE JANEIRO, 24 Jun. (Notimérica/EP) -
Comunidades indígenas, 'quilombolas' y 'caiçaras' que viven en la costa entre Río de Janeiro y Sao Paulo están viendo cada vez más amenazado su estilo de vida tradicional, debido a la presión del turismo y a la sobreprotección del medio ambiente. Por eso, el Foro de las Comunidades Tradicionales de Angra, Paraty y Ubatuba lanzará el sábado la campaña 'Preservar es resistir'.
Los indígenas que tradicionalmente han habitado estas tierras dominadas por el ecosistema tropical de la mata atlántica comparten sus inquietudes con las comunidades 'quilombolas' -formadas por descendientes de esclavos que huyeron de los campos de trabajo y se establecieron en lugares apartados y con los 'caiçaras', pescadores que suelen vivir en barracas junto a la playa.
Las tres comunidades, asentadas en la Serra do Mar, se han unido para llamar la atención por la falta de políticas públicas de salud, educación e infraestructuras y por las limitaciones que tienen al vivir en reservas naturales.
El vicepresidente de la Asociación de Habitantes de Pouso da Cajaíba, en la Reserva de Juatinga, Francisco Xavier Sobrinho, lamenta que, en la práctica, vivir en la reserva significa "no poder usar la naturaleza para sobrevivir", según ha explicado en declaraciones a la Agencia Brasil.
A pesar de que a lo largo de los siglos estas comunidades han vivido en equilibrio con la naturaleza ahora no pueden construir casas de barro, ni las típicas canoas 'caiçaras' -esculpidas en un único tronco-. "Ni siquiera podemos plantar o pescar", critica Sobrinho, que añade que el objetivo de la campaña que lanzará el Foro es asegurar el futuro de las generaciones venideras.
En la frontera entre los estados de Río de Janeiro y Sao Paulo los más perjudicados por la legislación actual son los quilombos de Cambury y Fazenda Caixa, en el Parque Nacional de la Sierra de Bocaína y en el Parque Estatal Serra do Mar, ya que en ninguno de los dos casos pueden desarrollar sus prácticas culturales habituales.
Más cerca de la ciudad histórica de Paraty, muy visitada por los turistas, los problemas están más relacionados con el deficiente sistema de recogida de basuras, el acceso al agua potable y la especulación inmobiliaria.