RÍO DE JANEIRO, 18 Jun. (Notimérica/EP) -
La final del Mundial de Fútbol que tendrá lugar el 13 de julio en está rodeada de misterio, no sólo por los países que llegarán a disputarla en el estadio de Maracaná, si no por la persona encargada de entregar el trofeo al capitán de la selección vencedora. Tras semanas de especulaciones parece que finalmente la modelo Gisele Bündchen no será la responsable.
Aunque la FIFA sigue estudiando los detalles de la ceremonia, informaciones divulgadas por la revista 'Vogue' aseguran que la modelo no entregará al trofeo, sino que empujará un carrito con la Copa del Mundo protegida dentro del cofre diseñado especialmente para la ocasión por la firma francesa Louis Vuitton.
El honor de entregar el trofeo quedaría para la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, siguiendo el protocolo habitual en Mundiales precedentes, que marca que el encargado sea el jefe de Estado del país anfitrión.
En el Mundial de Sudáfrica 2010 el capitán de la Selección española, Iker Casillas, recibió la Copa de manos del presidente de la FIFA, Jospeh Blatter, y del presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma.
Los rumores sobre el papel de la modelo brasileña empezaron cuándo su hermana y portavoz, Patricia Bündchen, aseguró que había sido invitada por la FIFA, pero que su participación no era segura por problemas de agenda. Desde entonces se interpretó esa opción como una forma de evitar el protagonismo de Rousseff, que vive uno de sus peores momentos de popularidad y está siendo silbada e incluso insultada gravemente cada vez que pisa un estadio.
A falta de conocer exactamente qué pasará en la final de Maracaná, las tensiones sociales que vive Brasil ya han forzado algunos cambios en el protocolo. En la ceremonia de apertura del pasado 12 de junio en Sao Paulo ni la presidenta de Brasil ni Blatter hicieron los tradicionales discursos de bienvenida. En la Copa de Confederaciones de 2013 fueron fuertemente abucheados.