Actualizado 09/06/2013 16:58

Ana Boyer le dice adiós a la universidad en su acto de graduación

Ana Boyer en su graduación
ALBERTO MONTERUBIO Y IGNACIO CUENLLAS

MADRID, 9 Jun. (CHANCE) -

Ayer por la tarde la hija pequeña de Isabel Preysler se graduaba del segundo grado que estaba realizando de económicas en una Universidad Pontificia de Comillas por ICADE. La joven ya se graduaba el año pasado de su grado de derecho y este año finaliza el segundo de sus grados con el que finaliza su carrera universitaria.

En el acto de graduación, contó con el apoyo incondicional de su madre Isabel Preysler y Tamara Falcó. La gran ausencia del acto fue sin duda la de su padre Miguel Boyer.

Para ella no supuso ninguna sorpresa que no acudiera su padre dado que el año pasado, cuando se graduó en la primera de sus carreras, su padre tampoco quiso acudir al acto.

La joven empezó uno de los días más especiales un poco enfadada, ya que cuando llegaron su madre y su hermana no tenían sitio. Mientras que Tamara Falcó e Isabel Preysler se lo tomaban bien, a Ana Boyer le sentó muy mal y salió corriendo para llamar por su móvil a alguna persona que pudiera solucionar el problema. Al poco tiempo llegó una amiga y le explicó que estaba todo lleno, a lo que Ana respondió con un suspiro de enfado.

Finalmente, Isabel Preysler acabo cruzando media carpa para poder coger sitio y no solo eso, sino que llamó la atención de todos los presentes, incluso hubo alguna fan que le pidió una foto. Eso si, Isabel no dejó de sonreir.

Ana Boyer a pesar de eso no quitaba la sonrisa de la cara. Para la ocasión, eligió un vestido azul radiante muy elegante para la ocasión. Por todos es sabido que Ana ha heredado la elegancia de su madre, quien tampoco se quedó atrás a la hora de mostrar la elegancia que las caracteriza.

Un acto muy bonito y emotivo que despide a los alumnos de la universidad y les lanza con la preparación necesaria al mundo laboral. Ahí finalizaba una etapa de la vida académica de Ana Boyer.

Más tarde, después del acto de la graduación, acudiría por la noche junto a sus compañeros a una fiesta privada en una finca donde lo pasarían en grande. Para dicha fiesta se sabe que habían servicio de autobuses que les llevarían y les recogerían en la finca en donde lo pasaron en grande, todos juntos despidiéndose de la universidad.