Actualizado 11/07/2013 12:06

Arantxa Sánchez Vicario, la gran ausente en el último adiós de su cuñado, marido de su hermana Marisa

Arantxa Sánchez Vicario, la gran ausente en la última despedida de su cuñado
DAVID OLLER/ EUROPA PRESS

MADRID, 11 Jul. (CHANCE) -

La familia Sánchez Vicario está viviendo un auténtico calvario ya que a los conflictos judiciales que arrastran desde hace años y que se han agravado en las dos últimas semanas con la imputación de miembros de la familia, se une la muerte de dos personas de la familia, con tan sólo dos días de diferencia, que han dejado al clan sumido en una gran tristeza y desolación.

Pero sin lugar a dudas lo más doloroso de todo ha sido la inesperada muerte de Antoni Colomina de 49 años, marido de Marisa Sánchez Vicario, la hermana mayor de Arantxa, quien falleció de un infarto cuando volvía del entierro de un tío de su mujer.

Esta muerte no podía llegar en peor momento, ya que un comunicado de los padres de Arantxa y la posterior respuesta de la tenista habían levantado una gran expectación mediática en torno a los Sánchez Vicario, además de agudizar las tensas relaciones de la ex tenista con el resto de su familia.

Los restos mortales del cuñado de Arantxa Sánchez Vicario fueron trasladados hasta el tanatorio de la localidad barcelonesa de Mataró. Hasta allí se desplazaron familiares y amigos para dar el último adiós a Antoni Colomina y arropar a su esposa Marisa en tan duros momentos.

ARANTXA, LA GRAN AUSENTE

Su hermano Emilio Sánchez Vicario, acompañado por una de sus hijas mayores, no dudaron en apoyar a su hermana en estos duros momentos y darle el último adiós a su cuñado. Tampoco faltaron sus padres, Emilio Sánchez Benito y Marisa Vicario y Javier Sánchez Vicario, acompañado por su mujer, Isabel Ruiz.

Pero sin duda la gran ausencia la protagonizó Arantxa Sánchez Vicario. Muchos esperaban su presencia para limar asperezas con sus familiares, a pesar de la delicada situación que viven.

Arantxa Sánchez Vicario y su hermana Marisa siempre habían estado muy unidas pero la demanda que interpuso la extenista a sus padres para recuperar el piso en el que viven en usufructo cambió la relación de la ex tenista con todos sus hermanos que decidieron ponerse del lado de los padres.

Uno de los últimos capítulos de este culebrón llegó hace unas semanas, cuando un juez imputó al padre y al hermano por los delitos de apropiación indebida, administración desleal, delito societario y falsificación documental.

Además, los padres de la extenista decidieran emitir un comunicado en el que además de considerar "no ser merecedores del trato injusto y calumnioso al que nos hemos visto sometidos" pedían perdón a su hija "desde lo más profundo de nuestro corazón de padres" por si en algún momento de su vida "no se había sentido suficientemente apoyada o comprendida" por ellos y finalizaban agradeciendo a toda la familia, incluyendo aquí a Marisa y su esposo "el apoyo incondicional que nos han venido prestando y nos prestan".