Actualizado 20/11/2013 19:03

Eva Mendes: "Si pudiera, comería arroz con frijoles negros todos los días"

Eva Mendes
Foto: GETTY

MÉXICO, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -

   La actriz Eva Mendes ha confesado que si pudiera, "comería arroz con frijoles negros todos los días". De padres cubanos, la artista reconoce que le encanta la comida de la isla caribeña, y la latina en general.

   "Así lo aprendí en mi casa... con mi mamá y mis hermanos... ¡y criada en California, te podrás imaginar!", ha comentado la actriz y modelo en una entrevista con Vanidades, revista que la ha distinguido con su premio 'Icono de Estilo Mujer Vanidades 2013'.

   Nacida en Miami el 5 de marzo de 1974, de padres cubanos y criada desde pequeña en Los Angeles, Eva Mendes tiene una personalidad alegre y muy "cercana", según revela la autora de la entrevista, quien destaca la estrecha relación de la actriz con su madre.

   "Hablo con mi mamá varias veces al día. Es mi mejor amiga y lo más importante en mi vida... ¡A veces la llamo cuando necesito decir algo en español y me he ¿trabado?, porque se me olvidó la palabra correcta! Mi madre es mi inspiración en la vida, y admiro mucho cómo ella sola, pues estaba divorciada, crió a sus cuatro hijos, sufriendo mucho, teniendo varios trabajos a la vez y sacrificándose para poder darnos una buena crianza... Eramos una familia de la clase media baja en California, pero mi madre me dio la suficiente confianza para poder soñar con una vida diferente. Yo sentía que podía ser lo que quisiera y ella me apoyó al creer en mí", confiesa.

   Eva Mendes también revela que ya desde pequeña soñaba con "ser alguien", aunque no necesariamente famosa. "¡Desde cantante de ópera hasta astronauta! Pero a los 7 años vi el musical Annie, y comprendí que quería ser actriz", afirma.

   Ese sueño se hizo realidad con los años, cuando pudo llevar a su madre a una "premier" a bordo de una limusina.

   "Lo más lindo es que en aquella limusina, mi madre sacó un papel con una nota que yo le había escrito a los 9 años, que decía: 'Mami, un día voy a cuidarte y a pagar todas tus cuentas, y te voy a llevar en una limusina a ver mis películas'".

   Y es que a veces, los sueños, los buenos sueños, se hacen realidad.