MADRID 27 Mar. (CHANCE) -
Fabiola Martínez, esposa de Bertín Osborne, es uno de los miles de ejemplos de hombres y mujeres que dedican su día a día al cuidado de aquellos que más lo necesitan. Su hijo Quique, es la luz que ilumina las vidas de Fabiola y Bertín, y cada progreso que da el pequeño se convierte en una alegría para su familia.
En homenaje realizado en "El día del cuidado" Fabiola no quiso faltar. Acompañada por Marina Danki y Chenoa agradeció a Lindor, Ausonia y SEGG la participación en este acto. Fabiola resaltó que ser cuidado no es una tarea fácil, es dura y casi siempre la asumen los familiares; dedicando su vida a la persona que les necesita con cariño y, sobretodo, paciencia. Por lo que para ella tener un día para el cuidado es una iniciativa positiva, para conseguir que todas las personas que cuidan a otras tengan formación, información y apoyo emocional, que es muy importante para seguir con dicha labor.
Respecto a su hijo Quique, toda la familia se encuentra volcados con él. Fabiola y Bertín se encuentran a la espera de que su hijo empiece a caminar: "A la hora del movimiento es lo que más está resistiendo, trabajando en la marcha. Ahí estamos". Con mucha esperanza, la mujer de Bertín hace una promesa al respecto: "Prometo que en el momento en el que Quique se ponga a andar, os prometo que lo saco para que lo veáis andando".
Sobre los avances de su hijo, Fabiola continuó explicando contenta: "Sobre todo el lenguaje, es increíble, cada vez nos sorprende más". Respecto a su función como cuidadora, envía un mensaje muy esperanzador: "Los cuidadores tenemos una labor muy dura, porque no solo es la energía que pones, también está la carga emocional porque eso pesa; pero hay herramientas para sanear esos estados de ánimos y es vital en el caso de los cuidadores de retirarse, descansa, reponer, renovar energías y volver a la carga".
De su otro hijo, Carlos solo puede alabar el comportamiento y la ayuda que ofrece siempre a su hermano Quique: "Carlos es un niño muy responsable y pendiente de su hermano, sin que se le haya dicho nunca jamás que tiene que hacerlo. Carlos me dice vamos al parque, pero vamos con Quique que tiene que aprender a caminar. Está muy mentalizado en esto y lo vive de forma natural, estamos teniendo mucha suerte y esperemos que no se tuerza en el camino". El resto de sus hermanas también están muy pendientes del pequeño Quique: "Eugenia y Claudia se desviven por Quique y Carlos. Alejandra más lejos, no la vemos a menudo, pero ellos se sientes hermanos y ellas han demostrado siempre su disponibilidad de estar pendientes, son una piña"
Fabiola, también habló de la recuperación de la pequeña Sandra: "Esta muy bien, sanísima, fenomenal, estupenda y muy bien gracias a Dios". Aunque todavía no ve parecidos a nadie, afirma: "Todavía es muy pronto. Tiene los ojos claros y es rubita, pero es muy pequeña para saberlo".