Actualizado 05/04/2014 23:48

Los habitantes de Iquique retiran las barricadas

Protestas de los habitantes de Iquique tras el terremoto
Foto: REUTERS

SANTIAGO, 5 Abr. (Notimérica/EP) -

   Los habitantes de Iquique, capital de la región de Tarapacá, han retirado las barricadas que habían construido para protestar por la falta de ayudas para afrontar el terremoto de 8,2 en la escala de Richter que el pasado martes azotó la costa norte de Chile.

   Según ha informado el diario chileno 'La Tercera', los iquiqueños finalmente han accedido a deponer la protesta después de entablar un diálogo con las autoridades nacionales.

   El secretario de Estado de Vivienda, Luis Astudillo, se ha acercado hasta el lugar y ha prometido a los residentes locales insumos básicos y un catastro de casas afectadas por el seísmo.

   A este respecto, el ministro de Interior, Rodrigo Peñailillo, ha anunciado, en el marco de su visita al municipio de Huara --ubicado a 75 kilómetros de Iquique--, que este catastro estará listo para el próximo jueves.

   "Mientras tanto, vamos a seguir en la ayuda humanitaria y en los subsidios urgentes como el de arriendo y la instalación de viviendas de emergencia", ha aseverado, en declaraciones recogidas por el diario  chileno 'El Mercurio'.

   Desde el pasado jueves, grupo de vecinos de Iquique han construido barricadas y provocado incendios para exigir al Gobierno de Michelle Bachelet la entrega de ayuda, como mantas con las que protegerse del frío nocturno.

EL TERREMOTO

   A las 18.46 (hora local) del pasado martes, un terremoto de 8,2 en la escala de Richter, localizado 86 kilómetros al noroeste de Iquique, sacudió la costa norte del país sudamericano, dejando al menos siete muertos, entre ellos una bebé de seis días.

   El Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA) de Chile declaró la alerta de tsunami, ordenando la evacuación del litoral septentrional, lo que obligó a unas 900.000 a abandonar sus hogares, aunque finalmente la retiró.

   Este terremoto provocó escenas de pánico. Los derrumbes, los incendios y las inundaciones evocaron el devastador seísmo de hace cuatro años, que originó un potente tsunami que le costó la vida a más de 500 personas.

   Apenas 24 horas después, se produjo otro seísmo, esta vez de 7,4 en la escala de Richter, que obligó a emitir otra orden de evacuación y alerta de tsunami, que fueron canceladas permitiendo la vuelta de los residentes locales a sus hogares.

   En los últimos días se han producido más de 200 réplicas que han atemorizado a la población. Bachelet ha declarado el estado de catástrofe, para permitir que el Ejército tome las riendas de la situación, y ha trasladado a su Gobierno a la zona afectada.