Publicado 09/01/2020 10:28

La acidificación del océano no perjudica a los peces de coral

La acidificación del océano no perjudica a los peces de coral
La acidificación del océano no perjudica a los peces de coral - SIMON GINGINS

   MADRID, 9 Ene. (EUROPA PRESS) -

   Un estudio de tres años sobre los efectos de la acidificación del océano desafía la tesis de que un océano más ácido afecta negativamente a los peces de los arrecifes de coral.

   El estudio, que una coalición internacional dirigida por científicos de Australia y Noruega publica en la revista 'Nature', ha demostrado que los peces de arrecife de coral expuestos al CO2 a los niveles esperados para finales de siglo no cambiaron sus niveles de actividad o su capacidad para evitar a los depredadores.

   "Al contrario de estudios anteriores, hemos demostrado que los niveles de CO2 de fin de siglo tienen un impacto insignificante en el comportamiento y los sistemas sensoriales de los peces de arrecife de coral", asegura Timothy Clark, autor principal del estudio y profesor asociado de la Deakin University, en Australia.

   Aunque esta es una buena noticia en sí misma, la acidificación de los océanos y el calentamiento global siguen siendo un problema importante para los arrecifes de coral, según puntualizan los investigadores. Constituye un problema para las criaturas que dependen del carbonato de calcio para fabricar conchas y esqueletos, como los organismos de los arrecifes de coral, mientras que las temperaturas más altas de los océanos provocan la decoloración y la muerte de los corales.

   Uno de los muchos trabajos que el océano hace para la humanidad es absorber un porcentaje de dióxido de carbono liberado por la quema de combustibles fósiles.

   Un estudio dirigido por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) de marzo de 2019 mostró que los océanos del mundo absorbieron 34.000 millones de toneladas métricas de carbono de la quema de combustibles fósiles de 1994 a 2007, lo que representa aproximadamente el 31 por ciento de todo el dióxido de carbono liberado a la atmósfera.

   Los investigadores creen que para finales de siglo, los océanos podrían absorber tanto CO2 que los niveles de dióxido de carbono serán más altos que los que la mayoría de las especies marinas han experimentado en los últimos 30 millones de años.

   Sin embargo, debido a que los peces tienen sistemas reguladores que les permiten hacer frente a los cambios en la acidez del agua, la mayoría de los fisiólogos de peces asumieron que serán capaces de manejar el aumento de la acidez, hasta que media docena de informes altamente publicitados mostraron que los peces, especialmente los peces de arrecife de coral, se vieron drásticamente afectados por el aumento de CO2, hasta el punto en que nadarían hacia los depredadores, en lugar de alejarse de ellos.

RESULTADOS CONTRARIOS A INFORMES ANTERIORES

   A pesar de los nuevos resultados, los arrecifes de coral y sus comunidades de peces siguen en grave peligro debido al aumento del CO2 atmosférico, insisten los autores.

   "Los informes describieron los efectos en una variedad de etapas de la vida, incluyendo olfato, audición, visión, niveles de actividad, audacia, ansiedad y susceptibilidad a la depredación alterados", apunta Fredrik Jutfelt, profesor asociado de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología y uno de los autores.

   Sin embargo, los informes que describen estos efectos negativos también tuvieron inconsistencias sustanciales, a pesar de que los estudios se basaron en métodos similares para evaluar los resultados.

   Así que Clark y Jutfelt y sus colegas decidieron ver si podían replicar los resultados realizando su propia investigación cuidadosamente documentada. Pero sus resultados fueron exactamente lo contrario: encontraron un comportamiento normal en las especies de peces que observaron.

   "Los resultados científicos inesperados siempre despiertan el interés de otros científicos, pero antes de que se deposite demasiada confianza en los hallazgos, los efectos deben ser repetidos por otros equipos de investigación. Esta replicación independiente es una parte importante de la ciencia", advierte Jutfelt.

   Según señala, el equipo de investigación quería responder a la necesidad internacional de que los problemas de importancia mundial se estudien de manera que otros investigadores puedan replicar los resultados. Es por eso que diseñaron su estudio de varios años para que coincida con las especies, las etapas de la vida y la ubicación y las estaciones de los estudios anteriores que mostraron efectos tan catastróficos, apunta Jutfelt.

DOCUMENTACIÓN EN VÍDEO

   Los investigadores también tuvieron mucho cuidado de documentar sus experimentos con videos, y también pusieron a disposición sus datos y análisis en bruto para que otros investigadores pudieran ver exactamente lo que habían hecho, destaca Josefin Sundin, el último autor del artículo e investigador del Universidad Sueca de Ciencias Agrícolas.

   "En la medida de lo posible, utilizamos un software de seguimiento automatizado para analizar los videos de nuestros experimentos, para minimizar el sesgo del observador, y también pusimos nuestros datos en bruto y el código de análisis a disposición de otros investigadores", precisa.

   Sus hallazgos fueron consistentes y claros: el comportamiento de los peces de los arrecifes de coral no fue cambiado por la acidificación del océano. Aunque este hallazgo puede ofrecer un pequeño atisbo de esperanza para los peces de arrecife de coral, el cambio climático sigue presentando un problema enorme y grave, según los investigadores.

   "Si bien nuestro nuevo trabajo sugiere que la acidificación de los océanos puede no causar una disminución de la población debido a las alteraciones del comportamiento en los peces de arrecife de coral, el cambio climático está destruyendo el hábitat del arrecife a través del blanqueamiento de los corales durante las olas de calor --advierte Clark--. Entonces, a pesar de nuestros nuevos resultados, los arrecifes de coral y sus comunidades de peces siguen en grave peligro debido al aumento del CO2 atmosférico".